La estadística Tinsa ha venido avisando de la deseleración del mercado inmobiliario, primero con un tímido crecimiento del 0,3% registrado entre enero y diciembre, al que le siguio un febrero que no mejoró las cosas, un ligero descenso del 0,1% en el precio de la vivienda
Por ahora, Pedro Sánchez sólo tiene un proyecto para el dinero europeo, es decir, para los 140.000 millones de euros (72.700 millones en donaciones y 67.300 millones en créditos) que recibirá España. En concreto, se trata de la rehabilitación de viviendas. Y conviene recordar la última mentira de Sánchez: dichos fondos europeos no están ligados a los nuevos Presupuestos.
En su reciente entrevista en TVE, el presidente del Gobierno confirmó su apuesta por la ideología de género -cómo no, con la de feministas que tiene en su Gabinete- y por la sostenibilidad. Al hilo de esto último mencionó el gran proyecto de la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera: la rehabilitación de viviendas. Eso sí, hizo una matización, pues no sólo la circunscribió a la eficiencia energética, es decir, al ahorro de energía, sino que esta debe ser mucho más amplia: por ejemplo, debería tenerse en cuenta que hay viejecitos que viven en un cuarto piso sin ascensor. Esto supondría apoyar a la construcción y a la industria, y con ello, la creación de puestos de trabajo.
Paralelamente, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) ha realizado una serie de peticiones, que, en su opinión, impulsarían dicha rehabilitación, según informa Invertia. En concreto, la posibilidad de desgravar las inversiones, un IVA superreducido, una rebaja del IBI y la eliminación del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Conviene destacar que en lo relacionado con el IBI y el ICIO, los ayuntamientos serían los más perjudicados y con la crisis económica del coronavirus no está el horno para muchos bollos, mientras que en el caso del IVA, hay que recordar que el superreducido (el del 4%, es decir, el de productos de primera necesidad, sobre todo) y que Europa ha pedido a España que suba su IVA porque su recaudación en este impuesto es relativamente baja debido a un uso muy generalizado de los tipos reducido (10%) y superreducido (4%).