El presidente del Sabadell ha sido el primer banquero privado que apuesta por las fusiones. Ha sido este miércoles, durante una conferencia en la Cámara de Comercio de Sabadell, donde Josep Oliu ha reconocido que los inversores -son los fondos, principalmente- están presionando a las entidades para que se fusionen con el objetivo de reducir costes, es decir, de seguir reduciendo oficinas y plantilla. Solo así podrán alcanzar la rentabilidad exigida, toda vez que la previsión es que los tipos de interés se mantengan en terreno negativo.

En este sentido, Oliu ha admitido que la perspectiva de negocio para este ejercicio “no es muy boyante”, y ha incluido al Sabadell en el nuevo proceso de concentración. “Quizá sí, ya veremos”, ha afirmado sobre la posibilidad de fusionar el banco. Y aunque no lo ha dicho, su opción favorita sigue siendo Bankia. Este es el momento, no solo porque el Sabadell ha adelantado a Bankia en cotización bursátil, sino porque Oliu ya ha solucionado los problemas que tenía. Por ejemplo, TSB.

Lamentablemente para el presidente del Sabadell, no es lo que busca su homólogo, José Ignacio Goirigolzarri, que sueña con volver al BBVA tras fusionarlo con Bankia. Como adelantó Hispanidad, esa es la operación que busca el PNV -y que exige a Pedro Sánchez a cambio de su apoyo a los Presupuestos- para ‘recuperar’ el BBVA para el País Vasco.

Todas las opciones están abiertas en un año que comienza, según Oliu, “con ciertas dudas” en el terreno económico -en el social está más claro: abajo los curas y arriba las faldas-. “La duda está y eso quiere decir que el nuevo Gobierno se tendrá que esforzar mucho en hacerlo bien”, ha señalado.