• Y eso que entró con un programa claro: introducir la publicidad en RTVE y privatizar La 2.
  • La orden de Moncloa cambió en semanas: el dinero ya no era problema, había que ganar las elecciones.
  • Y es verdad que, en ese punto, que no en el dinero, Sánchez es el número 1.
  • De hecho, Dolores de Cospedal ha dejado de protestar por la información de RTVE: ahora confiesa que ya no tiene el enemigo en casa.
  • Respecto a Soraya… A la vicepresidenta no le preocupa que los medios ataquen al PP. Con que no le ataquen a ella.

Según El Economista, RTVE ha cerrado 2014 con unas pérdidas de 132 millones de euros. Es el primer mandato cuya responsabilidad prácticamente en su totalidad, puede adjudicarse al presidente de la Corporación, José Antonio Sánchez (en la imagen junto a su predecesor, Leopoldo González-Echenique).

Y esto es bello e instructivo, dado que Leopoldo González-Echenique, -dígase Polo- fue expulsado de RTVE tras solicitar a Montoro 113 millones de euros en los que se había quedado el año anterior.

Montoro se negó en redondo y la amiga y protectora de Polo, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se vio obligada a cesarle, algo a lo que se resistió hasta el último minuto.

Entonces, llegó José Antonio Sánchez, un periodista y gestor ligado al PP, salido de la escuela Eduardo Zaplana. Sánchez llegó con un programa económico durísimo, como era privatizar La 2 y reinstaurar la publicidad en RTVE. Pero ahí Soraya Sáenz de Santamaría volvió a imponerse a Dolores de Cospedal: no se trataba de sanear nada sino de ganar las elecciones.

Y es verdad que ahí Sánchez es el número uno, como dejó claro en Telemadrid, controlado por CCCO y UGT hasta su llegada. Sánchez ha conseguido neutralizar al Comando Rubalcaba, que hacía y deshacía con el ausente Echenique y ha conseguido si no una RTVE del PP -eso sería demasiado-, sí al menos una neutralidad ideológica e incluso un cierto tinte, al menos, gubernamental.

Ahora bien, no deja de resultar llamativo que se cese a Echenique por manirroto y ahora se aplauda a Sánchez que presenta un déficit aún mayor. Pero eso sí, de la línea ideológica ya no se queja ni Cospedal. Soraya nunca se quejó pero es que a la vicepresidenta no le preocupa que los medios ataquen al PP. Con que no le ataquen a ella.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com