Una vez pasada la primera semana de presentación de resultados de las principales entidades financieras de nuestro sistema, donde se ha visto de forma más o menos clara que todas han venido marcadas por las provisiones extraordinarias por el Covid-19 y por la certeza de que solo estamos viendo una pequeña parte del impacto que va a tener esta contingencia en nuestra economía y, por ende, en el sistema financiero. Casi en el final de la recuperación de la crisis inmobiliaria y sistémica, los bancos se van a encontrar con una segunda dura prueba que se puede llevar por delante las entidades que han ido sorteando fusiones o situaciones económicamente poco sostenibles.

Este lunes le ha tocado pasar por la CNMV a Liberbank. La entidad dirigida por Manuel Menéndez ha registrado en este primer trimestre un resultado neto de 19 millones de euros (M€) que suponen un 7,7% menos que en el mismo trimestre de 2019, después de haber destinado 23M€ (0,9% de su exposición crediticia) a provisiones extraordinarias por la previsible repercusión del deterioro económico que está provocando el Covid-19. Pero vamos a ver más, porque la situación no ha hecho más que empezar y el virus parece que atacará más a los ‘organismos con menos defensas’.

En la cuenta de resultados, el margen de intereses llega a los 137M€, un 20,1% más que en 2019, en principio debido a una rentabilidad media del 2,2% de su margen, propiciado por la reducción de costes de financiación. Pero vamos a no hacernos trampas jugando al solitario, ya que los 14M€ recibidos por los intereses moratorios de un litigio han sido bastante determinantes en estas cifras. Los tipos de interés no dan para más.

El margen bruto, sin dividendos y resultados de entidades por participación que en 2019 registraron 7M€, con 5M€ más en comisiones y 6M€ (+16%) por ROF -sigue haciendo uso de su cartera de renta fija para ajustar resultados-, unido a ajustes de instrumentos financieros a valor razonable, ha sido de 177M€, mientras que en 2019 fue de 150M€ (-17.8%).

El margen de explotación sube un 61,1% hasta los 82M€ con ligeras reducciones en los gastos de administración.

Como en la mayoría de los resultados presentados por las entidades financieras hasta ahora, el epígrafe estrella (estrellado para algunas) es el de dotaciones y pérdidas por deterioros. Liberbank no solo ha aumentado respecto al ejercicio anterior este epígrafe en los 23M€ que anuncia como provisión extraordinaria por Covid-19, si no que ha encajado deterioros y pérdidas por 31M€ más, frente a los 23M€ de marzo de 2019. Esto significa que a pesar de la reducción ligera en 1M€ de los riesgos dudosos, de los 195M€ en activos adjudicados, se han dotado 8M€ más para riesgos dudosos, aparte que algo no encaja en las cuentas, ya que los ratios de cobertura pasan del 53% al 49% en los créditos y del 50% al 47% en los activos adjudicados. Esto puede significar haber clasificado como irrecuperables una parte de sus morosos ya que el ratio de morosidad se reduce del 4,5% al 3,2%.

Como el resto de las entidades, Liberbank ha diferido hasta una próxima junta, prevista para octubre próximo, la decisión sobre el pago o no de un dividendo de 22,13M€, por los que los ratios de liquidez y solvencia están sobre elevados por esta decisión. Así, el ratio LTD es del 99,1%, mientras en el pasado ejercicio estaba en el 95,4%, lo que denota las posibles tensiones crediticias que se empiezan a registrar, el ratio LCR está al cierre en 248% (el BCE está permitiendo temporalmente operar a las entidades por debajo del 100%). El ratio de solvencia TIER 1 Fully Loaded que en 2019 era del 12,5%, ahora se encuentra en el 13%, todo esto sin tener en cuenta que la próxima venta del 2,23% de su participación en Caser a Helvetia le reportará además de 25,7M€, una mejora en su capital CET1 de 17 puntos básicos. También espera hacer caja de unos 86M€ por el contencioso con el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) por la gestión en la liquidación de la CCM en el 2010, del que ya se conoce sentencia favorable.

Falta le va a hacer, con la que parece que va a caer, y ante la situación de ‘sola ante el peligro’ en la que se encuentra después de la boda fallida con Unicaja. Además, y a pesar de la mejora en su rating posteriormente ajustado, el desplome de su cotización de los 0,32€ del 21 de febrero a los 0,18€ al cierre del artículo, no hace presagiar un ejercicio tranquilo.