- La eléctrica gana 2.416,6 millones hasta septiembre, un 18,4% más, pero con la caída de márgenes.
- La reorganización en Brasil con Neoenergia le aporta 521 millones y la fusión de Gamesa y Siemens, 255 millones
- Las pocas alegrías vienes de su filial americana, Avangrid, y del negocio británico de renovables.
- Aumenta un 31,5% las inversiones (sobre todo en redes, renovables y generación, su punto débil).
- A los inversores no le han gustado los resultados: por eso cae un 1,5%, el doble que el Ibex.
Lo que sucede este martes tras la presentación de las cuentas de las eléctricas, como
Iberdrola o
Gas Natural, era de prever, teniendo en cuenta que España ha fiado el suministro de energía a tres fuentes que se demuestran insuficientes, en momentos puntuales o por obsolescencia de viabilidad medioambiental o económica.
El caso más claro del último renglón está en las
centrales de consumo de fósiles (carbón o derivados del petróleo), de ahí su progresivo abandono. Las
centrales nucleares, al mismo tiempo, son
políticamente inviables, por las presiones de la
militancia ecologista, que ha condicionado que tengan un plazo fijo de vida (2025).
El último ejemplo ha sido el poco interés del Gobierno para prolongar la vida de
Garoña, después de que uno de sus socios,
Iberdrola, apostara por el cierre. Veremos qué pasa con
Almaraz.
Por último, la falta de una firme apuesta por las
energías renovables deja en manos del albur climatológico la producción hidroeléctrica de la energía eléctrica. Se nota así que estamos en malos ejercicios hidrológicos y eso se traslada a cuenta de resultados de las energéticas.
En el caso de
Iberdrola, el beneficio asciende a 2.416,6 millones de euros (374,9 millones más, un 18,4%), con los
resultados hasta septiembre, pero se debe a extraordinarios ajenos al negocio. Sobre todo, las plusvalías de 521 millones (508 millones en consolidación) obtenidas por la reorganización societaria de los negocios en Brasil tras la integración de
Elektro en
Neoenergia. La reacción en bolsa ha sido negativa, con una caída en torno al 1,5%, el doble que el Ibex.
El
margen bruto de Iberdrola se ha dejado cerca de 20 millones con un crecimiento de los aprovisionamientos de 727,1 millones. Y el
margen neto de explotación ha sido de 5.440 millones, un 5,1% inferior al mismo periodo de 2016 (-289,5 millones).
En el resto de epígrafes, destacan, en sentido negativo, los 65,1 millones del
resultado financiero y el crecimiento de la
deuda en 4.468 millones.
Y en sentido positivo, destaca la mejora en 710,7 millones en el resultado por activos no corrientes (extraordinarios), sobre por la integración de Elektro en Neoenergia. Sánchez Galán ha avanzado que prevé la OPV en diciembre, tras presenta la documentación al regulador brasileño. El resto (255 millones) proviene de otra operación societaria: la fusión de
Gamesa con la filial eólica de
Siemens.
Por negocios, sólo el de renovables ha conseguido un incremento de 20,4 millones. Como hemos visto, el resto han sido extraordinarios incluidos en
Corporación y
Ajustes ( 514,3M€), mientras que en
Redes se deja 56 millones y
Generación y Clientes, 325,2 millones.
Por áreas geográficas, las pocas alegrías a reseñar son beneficio neto de la filial estadounidense
Avangrid (426 millones, 14%) y el aumento de 21,2 millones en el negocio de renovables en el
Reino Unido. En el resto de áreas y negocios productivos, todo son descensos.
Las inversiones han crecido en el periodo en 31,5%, que representan 3.997,1 millones, destinado en su mayor parte proyectos de redes, renovables y generación.
Con un incierto panorama económico que compromete, en fin, la
rentabilidad del negocio, podemos pensar en un
ajuste en el mercado eléctrico.
Rodrigo de Silos
rodigrode@hispanidad.com