• Los candidatos de PSOE y de Unidos Podemos presumen de propuestas sociales, pero no han inventado nada: ya hay rentas mínimas de inserción.
  • Canalizadas a través de las comunidades autónomas.
  • Mientras, en Suiza, el 78% de la población rechaza en referéndum una renta básica de 2.300 euros.
  • Sánchez se llena la boca hablando de un "ingreso mínimo vital" de 426 euros para hogares que no reciben ningún ingreso.
  • Por su parte, Iglesias propone una "renta básica universal" de 625 euros.
  • Olvidan que está la prolongación del paro y el subsidio de desempleo (426 euros), así como las pensiones no contributivas.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias (ambos en la imagen) pujan por llevarse al gato al agua el próximo 26-J y ser la cara más representativa de la izquierda. Es decir, de las subvenciones públicas para menesterosos. Por ese motivo, el uno no duda en presumir de limpio una y otra vez y el otro modera un poco su tono, pero ambos son demasiado utópicos y se dejan llevar por la demagogia. ¡Más valdría que aprendieran de los suizos! Los candidatos de PSOE y de la coalición Unidos Podemos presumen en precampaña de abordar la renta mínima. Sin embargo, no han inventado nada, pues ya existen rentas mínimas de inserción en nuestro país, las cuales son competencia de las autonomías. Es más deberían echar un vistazo a lo que ha ocurrido en Suiza. El pasado domingo, en referéndum, el 78% de la población rechazó una renta básica de 2.300 euros al mes. Un resultado que no es sorprendente y que se debe a que tienen salarios dignos. Volvamos a España. A Sánchez se le llena la boca hablando de un "ingreso mínimo vital" de 426 euros/mes para hogares que no reciben ningún ingreso. Por su parte, Iglesias propone una "renta básica universal" de 625 euros/mes. Pero ambos políticos olvidan que está el paro y el subsidio de desempleo (426 euros), así como las pensiones contributivas y las rentas mínimas de inserción antes citadas. Sobre todo, canalizadas a través de comunidades autónomas. Es decir, que lo que ellos ofrecen como gran novedad y apoyo para los pobres ya existe. Además, deberían no caer en tan descarada demagogia política respecto a las ayudas sociales, pues las personas con dignidad no quieren esta ayuda, sino un trabajo. En vez de eso, deberían preocuparse por subir el salario mínimo, que es el que indicia los salarios bajos, y en el que estamos a la cola de Europa. Además, tampoco estaría mal que implantaran un salario maternal para apoyar la maternidad y así, entre otros aspectos, asegurarían, un poco más, el pago de las pensiones de mañana. Cristina Martín cristina@hispanidad.com