El primer ministro luso, António Costa, en las instalaciones de Protección Civil
Portugal se encuentra en emergencia energética debido a la huelga indefinida de transportistas de mercancías peligrosas. Este lunes, ya hay más de 450 gasolineras sin combustible (más del 15% del total, que asciende a 2.928) y racionamiento a la hora de repostar (15 litros por día en las gasolineras designadas por el régimen de servicios mínimos del Gobierno y de 25 litros en el resto).
Esta nueva huelga indefinida de transportistas de mercancías peligrosas se produce cuatro meses después de la anterior para reclamar los aumentos salariales acordados y que no se han cumplido. El Sindicato Nacional de Conductores de Mercancías Peligrosas (SNMMP) y el Sindicato Independiente de Conductores de Mercancías (SIMM) han sido los convocantes, acusando a la Asociación Nacional de Transportistas de Mercancías por Carretera (ANTRAM) de no cumplir el acuerdo firmado en mayo. En aquel momento se pedía un salario base de 1.200 euros al mes, aunque después se rebajó a 700, manteniendo el actual convenio colectivo, pero con mejoras en el sector de seguros, reconocimientos médicos y el establecimiento de dietas diarias.
El Gobierno luso ha decretado unos servicios mínimos del 100% para transportes prioritarios -aeropuertos, puertos, servicios de seguridad, bomberos y emergencias médicas-, del 75% para el transporte público, y del 50% para el suministro general de los ciudadanos. A los sindicatos les han parecido abusivos y han llegado a amenazar con no cumplirlos, pero el primer ministro portugués, António Costa, ha afirmado que se estaban cumpliendo “con civismo y normalidad”. Eso sí, en caso contrario, se procedería a la requisición civil, pues ya hay agentes de seguridad y militares preparados para conducir los camiones cisterna.