- El grupo español ofrece 490 millones de euros por la compañía australiana Broadspectrum, antigua Transfield Services.
- Entre los servicios que presta está la gestión de dos centros de refugiados donde hay unas 2.000 personas retenidas actualmente.
- De momento, la empresa australiana mantiene silencio y recomienda a sus accionistas que no vendan sus títulos.
Broadspectrum, antigua
Transfield Services, es una empresa australiana de ingeniería y servicios. Como muchas de estas empresas, toca múltiples sectores de actividad, desde gestión de aguas hasta generación eléctrica, pasando por la construcción y gestión de carreteras.
Pues bien, entre los servicios que presta está la gestión de dos
campos de refugiados -si lo prefieren, campos de retención o centros de protección de fronteras-, situados en las islas de Nauru y Manus, en los que actualmente hay unas 2.000 personas. Sí, la gestión de estos lugares también es un negocio. En este caso, el contrato actualmente vigente y que se podría renovar en marzo por otros cinco años, está valorado en 2.700 dólares australianos (unos 1.811 millones de euros).
Pero ese es el valor del contrato para gestionar los centros de
refugiados. La Opa de
Ferrovial por todas las acciones del grupo australiano, notificada en la noche de este domingo a la
CNMV, asciende a 715 millones de dólares australianos (en euros, unos 490 millones), muy por debajo de los 1.000 millones de la primera oferta que realizaron los
Del Pino hace ahora un año. Oferta que entonces fue rechazada por ser demasiado baja.
Lo cierto es que, desde entonces, los títulos de
Broadspectrum han pasado de valer 1,64 dólares a 0,85, precio al que cerraron la víspera de la oferta de
Ferrovial. Porque, nada más conocerse las intenciones del grupo español, las acciones de
Broadspectrum han subido este lunes un 47,65% y han alcanzado los 1,25 dólares. Aun así, su cotización sigue ligeramente por debajo de la oferta realizada por el grupo español, que es de 1,35 dólares.
Las espadas están, de momento, en todo lo alto. La Opa de
Ferrovial está sujeta a la adquisición, como mínimo, del 50,01% del capital de
Broadspectrum y a la aprobación de las autoridades competentes, en este caso, del Tesoro australiano. Y no podemos olvidar el requisito más importante: el visto bueno del consejo de administración de
Broadspectrum. La empresa australiana todavía no se ha pronunciado aunque Richard Whiteoak, analistas del gestor de fondos Allan Gray, el accionista mayoritario con un 19%, afirmó que la oferta era "oportunista" y que "no reconoce el valor total de la compañía".
Pero la empresa como tal aún está analizando la oferta y ha recomendado a los accionistas que, de momento, no vendan sus títulos. Por otra parte, varios grupos defensores de los derechos humanos han pedido a los accionistas que bloqueen el acuerdo, mientras desde Naciones Unidas llegan críticas a la política australiana consistente en retener a los solicitantes de asilo en las islas de Papua Nueva Guinea.
Sea como fuere, si finalmente triunfa la Opa, el grupo que preside
Rafael del Pino (
en la imagen) habrá dado un paso definitivo para consolidar su presencia en Australia.
Además, supondrá la entrada del grupo español en un nuevo segmento de negocio: la gestión de centros de refugiados.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com