- El primer grupo alimentario mundial logra unas ganancias de 13.423 millones de euros y una facturación de 85.101 millones (-0,59%) en 2014.
- Sin embargo, la compañía suiza no se caracteriza por el buen trato a España, en la misma línea que el de otras multinacionales como Coca-Cola.
- Y su actitud tampoco mejora en otros países por sus proveedores, implicados en casos de explotación infantil, productos adulterados, deforestación, maltrato animal...
- Las ventas orgánicas cumplen con las expectativas y crecen un 4,5%. Su Ceo, Paul Bulcke, espera que este año "sea similar a 2014" y suban en torno al 5%.
Este jueves Nestlé ha presentado sus resultados correspondientes a 2014, los cuales han puesto de relieve unas cuantas paradojas. En primer lugar, centrándonos en los datos económicos, el primer grupo alimentario mundial logró el año pasado unas ganancias de 13.423 millones de euros. Es decir, su beneficio neto aumentó un 44,3%, en parte gracias a España, un país al que no trata muy bien precisamente.
También hay que destacar el impacto positivo de las plusvalías obtenidas por la venta de parte de su participación en L'Oréal. Así como por la revalorización del 50% que tenía en la farmacéutica suiza Galderma, ya que Nestlé elevó el pasado julio su participación al 100%, comprándosela al grupo de cosmética francés.
Por su parte, la facturación disminuyó un 0,59%, hasta los 85.101 millones. Aunque la cifra es casi 10.000 millones superior a la registrada en 2013 (75.460 millones).
Nestlé puede respirar algo tranquila, pues sus ventas globales han cumplido las expectativas. En concreto, sus ventas orgánicas han aumentado un 4,5%, gracias al crecimiento interno real ( 2,3%) y a la evolución de los precios (2,2%). El consejero delegado del gigantesco grupo alimentario suizo, Paul Bulcke (en la imagen), ha señalado que los resultados "demuestran las fortalezas intrínsecas de Nestlé" y espera que este año "sea similar a 2014". Además prevé que las ventas suban en torno al 5% por mejoras en los márgenes y ganancias subyacentes por acción en monedas constantes.
En Europa, las ventas ascendieron a 14,12 millones, gracias al incremento del 1,5% en el crecimiento orgánico, donde se incluye un 2,2% más en el interno real. Un aumento que se vio impulsado por la innovación, a pesar de que el entorno comercial en el viejo continente siguió siendo volátil, debido a la subida de la presión de deflación y a la frágil confianza de los consumidores.
La compañía suiza ha destacado los buenos resultados obtenidos en Francia, Suiza, Austria y Países Bajos, así como la recuperación observada en España y Portugal. Sin embargo, la situación en Reino Unido, Alemania, Italia y Grecia fue más difícil.
Respecto a los productos, los de cuidado de mascotas y Nescafé Dolce Gusto tuvieron fuertes actuaciones en toda Europa Occidental. También tuvieron buen comportamiento Nescafé Gold y el café soluble premium Azzera, Fresh Up y Buitoni Fiesta en pizza congelada, Maggi snacking fideos en productos culinarios, así como el lanzamiento de las tabletas de chocolate de primera calidad Les Recettes de l'Atelier en Francia.
Pero, a pesar de sus buenos resultados y de la recuperación de ventas en España, Nestlé no se caracteriza por tratar muy bien a nuestro país. Y eso que también tiene una importante presencia en nuestro sector del congelado y facturó 2.083 millones en 2013.
En esto de no tratarnos bien la marca suiza se parece a otras multinacionales, como Coca-Cola. Recuerden el famoso ERE con beneficios planteado por su embotellador único español (Coca-Cola Iberian Partners) que todavía colea e incluye el cierre de cuatro plantas, entre ellas, la de Fuenlabrada (Madrid). Aunque afortunadamente algunos de los competidores de la conocida paradójicamente como 'marca de la felicidad' se atreven a plantarle cara.
Claro que en el resto del mundo la actitud de la compañía suiza tampoco es mejor. Se ha visto implicada en temas de explotación infantil en países del Tercer Mundo, como por ejemplo, en Costa de Marfil, de donde proviene un 40% de la producción mundial de cacao. Esto aparece reflejado en el reportaje The dark side of chocolate (El lado oscuro del chocolate) de 2010, obra de Miki Mistrati y de U. Roberto Romano, que muestra cómo la industria del chocolate y marcas como Nestlé toleran el tráfico de niños y su esclavitud en este país africano. La firma suiza no explota a los niños directamente, sino que compra cacao a fábricas que sí realizan estas inhumanas prácticas.
Otro asunto turbio en el que se vio implicada Nestlé fue el de la deforestación, pues se le acusó de estar destruyendo las selvas de Indonesia y provocar la extinción del orangután. Y es que en este país, sus proveedores estaban haciendo una tala abusiva, con el fin de lograr más aceite de palma, uno de los ingredientes que se usaba en su famosa chocolatina Kit Kat. Una polémica que se puede ver en este vídeo.
Otros asuntos oscuros son los productos adulterados o el maltrato animal, pues sus marcas hacen experimentos en animales. Además en febrero de 2013 tuvo que retirar varios productos por contener carne de caballo.
A la vista de esto, parece que a Nestlé no sólo deberían importarle sus cuentas, sino también su ética para no verse metida en más líos que son de todo menos loables.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com