- Villar Mir, por el contrario, era el crecimiento permanente.
- Para que se hagan una idea: el objetivo es alcanzar un ebitda de 300 millones en 2020.
- En 2015, el ebitda fue de 967 millones.
- Las claves: venta de activos, salida de mercados no estratégicos, ajuste de plantilla y suprimir el dividendo.
- Todo, para reducir la deuda y volver a la rentabilidad.
- En definitiva, la entrevista al Ceo, publicada en Expansión, muestra que la situación de la empresa es peor de lo que decían.
A la espera del nuevo plan estratégico de OHL, 2017-2020, que se presentará el viernes 24 de marzo,
Tomás García Madrid (
en la imagen)
ha trazado, en una entrevista publicada este lunes en Expansión, las líneas básicas de la jibarización que afronta el grupo en el corto y medio plazo. En otras palabras, lo que
la empresa no va a hacer en el futuro.
El asunto es muy significativo por cuanto contrasta con lo que ha sido tradicionalmente
OHL: crecimiento permanente. Pero después de unos años caracterizados por un aumento desmesurado de la deuda y que han tenido en 2016 el punto de inflexión, ahora toca enderezar el rumbo. Ése es el cometido del nuevo consejero delegado y hombre de confianza de la familia
Villar Mir.
La jibarización va a ser importante. Para que se hagan una idea, el objetivo de García Madrid para 2020 es alcanzar un ebitda de 300 millones de euros. Hace solo dos años,
en 2015, el ebitda fue de 967 millones. Y eso que no fue un ejercicio especialmente bueno. De hecho, desde 2010 y hasta 2015,
el ebitda de OHL siempre había superado los 1.000 millones de euros.
Las claves de esta nueva etapa: la venta de activos, la salida de los mercados no estratégicos, el ajuste de plantilla y la supresión del dividendo en 2017. El tiempo apremia, y ya ha colocado Canalejas, Mayakoba y Abertis. Mientras,
en México sigue sobre la mesa la posibilidad de una opa de exclusión sobre la filial de autopistas por parte de su socio, el fondo IFM. Y es que, como ha señalado García Madrid, "el pretender ser un pequeño
Abertis con una cartera de activos a 30 años no es nuestro negocio".
Como se pueden imaginar, la jibarización también afecta a la división Industrial.
Quedará integrada en Construcción y abandonará definitivamente los negocios de oil&gas, almacenamiento y energías renovables, para centrarse en minería y cemento, es decir, en las áreas que ofrecen más sinergias con Construcción.
Se terminaron los experimentos: OHL va a cerrar los negocios en India,
Singapur, Vietnam, Filipinas y Australia. El objetivo es hacerlo en los próximos tres años. Llama la atención la decisión de abandonar Australia, un mercado en el que otras compañías como
ACS o Ferrovial están apostando con fuerza por su gran potencial.
Lo más complicado que tiene que afrontar García Madrid es, sin duda, el ajuste de plantilla. La peor parte se la llevarán los empleados de
OHL Industrial y de OHL España, incluida el área corporativa.
Y otra medida difícil pero necesaria es la supresión del dividendo en 2017. Todo, con el objetivo de seguir reduciendo la
deuda del grupo y volver a la rentabilidad.
En definitiva, lo que los muestra
García Madrid es que OHL está peor de lo que nos habían dicho y que la vuelta a la senda perdida va ser difícil.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com