• La petrolera Pemex reconce que el año pasado el robo de gasolina alcanzó los 7,5 millones de barriles, más de 20.000 por día.
  • Los cárteles venden una parte en negocios clandestinos en Estados Unidos, México y Guatemala.
  • Otra parte es comercializada en gasolineras legales cuyos propietarios son obligados a comprarla.
  • Algunas bandas crean empresas para vender el combustible, y en otros casos se encontraron logotipos e instalaciones clonadas de compañías regulares.
  • La gasolina y diésel robados sirven también para el procesamiento de distintos tipos de drogas y para mantener en movimiento a los sicarios de los cárteles, así como para transportar drogas y armas.
  • La mayoría de los delitos son cometidos por el Cártel de Los Zetas pero también participa el Cártel del Golfo. 
La BBC ha publicado un interesante reportaje sobre el robo de combustible en México, que en 2014 alcanzó un valor nada menos que de 1.150 millones de dólares.

La principal compañía perjudicada en el país azteca, no podía ser de otra forma, es Petróleos Mexicanos (Pemex). Esta empresa productiva del Estado -que tiene el monopolio de la explotación y venta de hidrocarburos- en 2012 detectó 1.550 sitios de extracción clandestina de hidrocarburos. En 2013 la cifra aumentó a 2.377 y a finales de 2014 la cantidad fue superior a 4.000, según datos oficiales. El año pasado, el robo de gasolina fue de 7,5 millones de barriles, más de 20.000 por día. "El robo de hidrocarburos es uno de los mayores problemas que hoy enfrenta Petróleos Mexicanos", reconoce su director, Emilio Lozoya Austin.

Según la información, en el negocio delictivo están involucrados algunos cárteles del narcotráfico, que cometen la mayoría de los robos, pero también -cómo no- grupos integrados por expolicías, empleados gubernamentales y empresarios, es decir, corruptos, según indican investigaciones oficiales.

La mayoría de los delitos son cometidos por el Cártel de Los Zetas, que incluso ha vendido gasolina, fueloil (combustóleo) y petróleo crudo a negocios de Estados Unidos, según datos del gobierno estadounidense. Pero también participa el Cártel del Golfo, especialmente en algunas zonas de Tamaulipas, al noreste del país.

Es parte de una cadena más amplia donde uno de los eslabones es el narcotráfico, le dice a BBC Mundo Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe). "Si vemos el robo de combustible a gran escala, la gran pregunta es para qué lo usan, para qué lo quieren", indica. "Las organizaciones delictivas necesitan grandes cantidades de combustibles para, por ejemplo, el procesamiento de distintos tipos de drogas".

La gasolina y diésel robados sirven también para mantener en movimiento a los sicarios de los carteles, así como para transportar drogas y armas.

Asimismo, los cárteles venden una parte en negocios clandestinos en México y Guatemala, especialmente en pueblos pequeños o a la vera de carreteras.

Otra es comercializada en gasolineras legales cuyos propietarios son obligados a comprarla. Eso ocurre sobre todo en zonas controladas por bandas criminales.

También se ha detectado que algunas bandas crean empresas para vender el combustible, y en otros casos se encontraron logotipos e instalaciones clonadas de compañías regulares.

En cuanto a las formas de robar el combustible, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR), revelan varias. Un método es apoderarse de los camiones cisterna que transportan los hidrocarburos. Pero el más común es extraerlos directamente de los oleoductos de Pemex. La empresa productiva tiene una red de 57.000 kilómetros de tuberías de varios tipos, pero sólo tiene capacidad de monitorear a 12.700 kilómetros.

Como en esos oleoductos se mueven varios tipos de combustible en horas y días diferentes, los delincuentes tienen que saber el momento en que pueden extraer lo que necesitan. Para ello, utilian contactos corruptos en Pemex.

Aunque las autoridades mexicanas mantienen un grupo especial de soldados, marinos, policías federales y agentes de inteligencia para combatir este delito, además de que el Congreso aumentó las sanciones para quienes los responsables, el robo de combustible sigue en aumento.

El robo de combustible llega hasta el punto de provocar desabastecimiento de gasolina en varios estados como Puebla, Nuevo León, Guanajuato y Tabasco, reconoció Pemex.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com