• ACS quiere obtener más pero el que manda es Teliasonera. Zegona (Telecable) iba un poco de farol.
  • Aunque Yoigo pretende mantener la tensión en la subasta.
  • La cartera de clientes de Yoigo tiene demasiado prepago.
  • Pero unida a lo que Masmovil obtuvo de Jazztel y ofreciendo la convergencia, justificaría la inversión.
  • Y sigue la gran incógnita: ¿Por qué Slim, uno de los mayores telecos del mundo, desprecia la oportunidad de instalarse en España?
Fuentes no oficiales de Masmovil aseguran que tienen el dinero preparado, "no como otros", en malévola referencia a Zegona, que al final no ha llegado a un acuerdo por Yoigo. Su oferta, algo superior a los 500 millones de euros, ganó la puja al superar la realizada por Masmovil. Pero el fondo, que en julio de 2015 compró la asturiana Telecable por 640 'kilos', iba un poco de farol y ahora se ha comprobado que no tiene tanto músculo financiero como parecía. Por cierto, fuentes autorizadas de Masmovil se han desmarcado de la referencia a Zegona. En declaraciones a Hispanidad, han asegurado que no es su estilo y que no tienen nada que reprochar al fondo británico. Como es habitual, tampoco han querido comentar la posible adquisición de Yoigo. Cerrado este paréntesis, volvamos a Zegona. A la hora de la verdad, esto es, en el momento de soltar el dinero, el fondo se ha echado atrás, ante el cabreo de Teliasonera y, sobre todo, de Florentino Pérez, que aún no ve el momento de deshacerse del 17% que ACS tiene de Yoigo. Eso sí, a la teleco que dirige Eduardo Taulet le conviene mantener la tensión en la subasta y asegura que la opción de Zegona continúa abierta. Por su parte, el presidente de ACS está cabreado porque no logra deshacerse del 17% que la constructora aún posee de la teleco. Y es que ACS valora esa participación en 198,4 millones de euros, es decir, valora Yoigo en 1.166 millones, una cantidad razonable hace año y medio –Orange llegó a ofrecer 1.000 millones- pero que ahora está muy por encima de las ofertas lanzadas por Zegona y Masmovil. Efectivamente, Masmovil está dispuesto a pagar hasta 400 millones de euros y, como hemos señalado al principio, tiene el dinero preparado, a la espera de que Yoigo les llame. A estas alturas, además, conocen que el punto débil de Yoigo es que tiene demasiado prepago en su cartera de clientes. Pero a los fondos no les importa: esa cartera, unida a lo que Masmovil obtuvo de Jazztel y ofreciendo la convergencia, se convertirá en una cartera rentable y la inversión habrá merecido la pena. Por cierto, a todo esto, continúa la gran incógnita: ¿Por qué Carlos Slim, uno de los telecos más importantes del mundo, dueño entre otras de América Móvil, desprecia la oportunidad de instalarse en España? Como saben, Slim se ha hecho con el control de FCC que, a su vez, posee un 3% de Yoigo. No me negarán que es una oportunidad única para entrar en el sector. Sin embargo, desde el primer momento, el magnate mexicano desechó esa posibilidad. ¿Cambiará de idea ahora, aprovechando el cambio en la cúpula de Telefónica? No parece que lo vaya ha hacer. Lo que sí parece más cercana es la venta de Yoigo a la compañía que dirige Meinrad Spenger (en la imagen). La pelota está en el tejado de Teliasonera. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com