En La Contra TV, el Director de la Fundación Jérôme Lejeune en España, Pablo Siegrist, ha denunciado que en la actualidad, en España y en Europa, “se estima que más del 90% de los embriones que son diagnosticados con Síndrome de Down son abortados". "Y en las estimaciones de alguna entidad nacional en algún país de Europa se estima que cerca del 100%".

Este experto en Bioética añade: "La realidad es que hemos generado una sociedad en la que hablamos de inclusión pero luego, en el día a día, se ve la discapacidad como algo a evitar, hasta el punto de evitar al hijo que viene con discapacidad".

También subraya que "no es que haya una política, como tal, escrita, para favorecer la eliminación de los embriones con síndrome de Down, lo que sí hay es una práctica eugenésica generalizada que trae su causa en las legislaciones que despenalizan inicialmente el aborto o que a día de hoy consideran el aborto como un derecho fundamental de la mujer, donde una de las causas en que ese aborto prácticamente se liberaliza es en el caso de que existan anomalías en el feto y muy en particular anomalías cromosómicas y entre ellas, la más prevalente, el síndrome de Down, que se detectan incluso desde la semana ocho de gestación".

Una mujer, cuando se queda embarazada, la primera palabra que tiene que escuchar es 'enhorabuena' y después afrontamos los retos, las dificultades que vayan asociadas a ese embarazo" expresa Pablo Siegrist

"Estas legislaciones han cambiado la cultura. Tanto a nivel institucional como a nivel social no se está favoreciendo el nacimiento de embriones con síndrome de Down. De hecho no hay muchos fondos públicos destinados a la investigación de patologías asociadas al síndrome de Down, muy especialmente a la discapacidad intelectual que genera el propio síndrome, con lo cual que uno ve es que la práctica médica, en el momento en que se comunica el diagnóstico de la discapacidad o de la anomalía, prácticamente se está dando el volante para abortar. Incluso en la Fundación Jérôme Lejeune tenemos testimonios de muchas mujeres que han sentido mucha presión por parte de los médicos o del personal sanitario. Para que aborten. Pero no solo del personal sanitario. Este es un problema que atañe a toda la sociedad. A mí me gusta decir que la clave está en cambiar la cultura y que una mujer, cuando se queda embarazada, la primera palabra que tiene que escuchar es 'enhorabuena' y después afrontamos los retos, las dificultades que vayan asociadas a ese embarazo. Pero primero, siempre, la alegría ante la vida naciente”, ha explicado también.

"Desde una perspectiva ética, no hay ninguna justificación para promover el aborto de ningún niño. Eso es tajante. Éticamente no se puede sostener el privar a una persona del derecho a la vida, que es el primero de todos los derechos y es el que sostiene al resto. Un ser humano, desde el momento de la concepción, es ser humano", "un ser autónomo, con un programa de vida propio y con un patrimonio genético diferenciado. Esto ya lo detectó Jérôme Lejeune hace ya muchos años”, ha afirmado Siegrist.

Ante esta realidad, nuestra propuesta es positiva. Nosotros lo que buscamos es que se reconozca la grandeza de todas las personas"

El experto en Bioética ha añadido: “Ante esta realidad, nuestra propuesta es positiva. Nosotros lo que buscamos es que se reconozca la grandeza de todas las personas. Nosotros la vemos, tenemos la experiencia de ver lo grandes que son todas las personas con discapacidad o sin ella. Todos somos grandes y todos podemos contribuir de forma grandísima y significativa a la mejora social en el sentido más profundo. Entonces, nuestra propuesta es, por un lado, contribuir dando las mejores condiciones de vida que podamos a las personas con discapacidad intelectual, desde una perspectiva médica" y "desde una perspectiva investigadora. Nosotros nos dedicamos a promocionar proyectos de investigación en todo el mundo, aquí en España de forma muy especial, también en Latinoamérica, atraer talento investigador al mundo de la discapacidad intelectual y del síndrome de Down porque se merecen lo mejor porque tienen una necesidad especial que les hace acreedores de nuestra mejor dedicación. Y además promovemos una visión  positiva del hombre, de la persona, del ser humano, y esto lo hacemos de forma muy especial a través de la cátedra de Bioética Jérôme Lejeune, donde damos formación, hacemos investigación y profundizamos en los problemas de la bioética, donde buscamos dar respuestas coherentes con lo que es la naturaleza de la persona humana para responder a todos los desafíos de la técnica y  culturales que tenemos en el mundo de hoy".

Y ha explicado también. ”Nosotros en el Instituto Jérôme Lejeune en París atendemos a cerca de 10.000 personas al año con discapacidad intelectual de base genética de las cuales un porcentaje muy grande son personas con síndrome de Down y vamos haciendo un seguimiento muy completo, muy integral, de cada paciente". "En el ámbito de la investigación se busca mejorar la calidad de vida de estas personas".