- Y eso es lo sarcástico, porque España tiene la infraestructura: dos gasoductos y seis plantas regasificadoras infrautilizadas.
- Pero el proceso avanza, menos mal: ya hay acuerdo para realizar la tercera interconexión, el Midcat, y que sea operativa en 2020.
- Esa es la oportunidad para Enagás y para la capacidad de intermediación de otras empresas como Gas Natural Fenosa.
- José Manuel Soria y Rafael Villaseca coinciden en un deseo, por ahora: que España sea puerta de entrada del gas en Europa.
- La nueva interconexión eléctrica con Francia ha entrado en operación comercial: ya se puede duplicar el intercambio entre los dos países.
La
interconexión eléctrica de Francia con España avanza, no así la del
gas, que tiene tanto de proyección como de deseo. Se han dado algunos pasos, pero a distinto ritmo, y eso a pesar de que hay un mayor entendimiento, al menos en teoría, con el
Gobierno francés, que torpedeaba tradicional y sistemáticamente todos los intentos en ese sentido.
Este lunes se ha puesto de relieve el desigual avance al que nos referimos.
Por un lado, la nueva interconexión eléctrica por
Gerona ha entrado en operación comercial, que se traduce, fundamentalmente, en que se podrá duplicar la capacidad de intercambio de electricidad entre España y Francia.
Y por otro lado, han coincidido en las aspiraciones -que no realidades- para el futuro del gas a través de España, el ministro de Industria,
José Manuel Soria (
en la imagen), y el consejero delegado de Gas Natural,
Rafael Villaseca. Han coincidido hasta en la expresión de ese deseo: España debe ser la
puerta de entrada del gas en una Europa interconectada energéticamente. Los dos han intervenido en el mismo seminario, organizado en Barcelona por la
Fundación Gas Natural Fenosa.
Y es que no es poco lo que está en juego: España tiene la infraestructura necesaria para hacerlo realidad, cuenta con dos gasoductos, especialmente el
Medgaz, infrautilizado, y hasta seis
plantas regasificadoras, casi tantas como el resto de Europa occidental. Esa es la oportunidad para
Enagás y para la capacidad de intermediación y abastecimiento de empresas españolas como
Gas Natural Fenosa o
Iberdrola.
Villaseca se ha detenido en la oportunidad estratégica de España, puerta de entrada a Europa del
gas natural licuado (GNL) que EEUU comenzará a producir a partir de 2016. Y lo ha dicho con una expresión muy grafica: en lugar de ser una "isla energética", la Península Ibérica podría ser "un portaaviones" como vía de entrada de ese gas.
En la misma línea, Soria ha vuelto defender que España sea
puerta de entrada de gas en una Europa interconectada. Ha insistido en que esas interconexiones facilitarían el papel de España para dar seguridad en el suministro al conjunto de la UE, y ha añadido que espera que pueda estar lista para final de año la reglamentación del mercado organizado (Hub) para el sistema gasista español.
Es cierto que la conexión gasista, liderada por
Enagás, sigue avanzando, pero a su ritmo. En una reunión celebrada la semana pasada entre Enagás y las empresas francesas TIGF y GRTE, liderada por el director general de Energía de la Comisión,
Dominique Ristori, se llegó a un acuerdo técnico para sacar adelante la primera fase de la tercera interconexión, a través de
Midcat, el gasoducto que unirá España y Francia a través de Cataluña. Las otras conexiones, que ya funcionan, están en Irún y Larrau (Pirineos).
Para completar esa primera fase se necesita una inversión de 150 millones en el lado español y de 320 millones en el lado francés. Y si toda avanza según lo previsto, esa interconexión está operativa en 2020. En ese sentido se ha pronunciado este lunes el comisario de Energía,
Arias Cañete.
La voluntad para la interconexión gasita quedó expresada por escrito en la
Declaración de Madrid, firmada el 4 de marzo de este año, tras la cumbre para las interconexiones energéticas entre España, Francia, Portugal, y en la que participaron la Comisión Europea y el BEI (las inversiones son importantes).
Los tres países acogían "con satisfacción los planes de Bruselas para elaborar una estrategia de GNL global y subrayan la importancia de aceptar la función estratégica de las infraestructuras para alcanzar la seguridad energética, ya sean estas infraestructuras de transporte, almacenamiento o importación. Tenemos que diversificar el suministro de gas con una estrategia global de GNL que aborde también la problemática geopolítica".
Paradójicamente, la que sí avanza es la interconexión eléctrica con Francia.
Desde este lunes, según
ha informado Red Eléctrica de España (REE), la nueva interconexión por Gerona ha entrado en operación comercial. Eso quiere decir que se podrá duplicar la capacidad de intercambio de electricidad entre los dos países. En concreto, esta semana hasta los 2.000 megavatios (MW), pero más adelante hasta 2.800 MW (o lo que es lo mismo, del 3% actual de la demanda al 6%).
Esa línea es la que une
Figueras con
Perpiñán. Esa conexión, finalizada en febrero, se ha
vendido en todo momento como un hito en la política energética europea: la meta va más allá y está en el mercado único europeo de la electricidad.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com