- Abril-Martorell presenta los objetivos de los próximos tres años y la acción se derrumba más de un 3%.
- Ni siquiera la vuelta a su política de dividendo ha convencido al mercado.
- Y es que el problema de Indra sigue siendo la falta de ingresos.
- Menos mal que el Gobierno firmó el PESCO (Defensa europea) y afianza la participación del Estado en la compañía.
El mercado no ha acogido bien el nuevo Plan Estratégico de Indra para los años 2018-2020, presentado este jueves. Mientras Fernando Abril-Martorell (en la imagen) exponía las líneas maestras de la compañía para los próximos tres años, la acción se derrumbaba más de un 3%, con un Ibex casi plano ( 0,03%). Ni siquiera el anuncio de retomar la política de dividendo ha servido para convencer al mercado, seguramente porque no ha concretado cuándo lo hará. Lo cierto es que las previsiones son más bien discretas. Por ejemplo, los ingresos registrarán un "ligero crecimiento de dígito simple" y el total de caja generada pasará de unos 610 millones de euros en el periodo 2015-2017 a entre 550 y 650 millones hasta el año 2020. Eso sí, el Ebit crecerá más de un 10%, según la compañía, y las inversiones se duplicarán. En el plano organizativo, algunos cambios. Todas las actividades de Tecnologías de la Información (TI) se agruparán en una sola filial, cien por cien propiedad de Indra. Esto implica que se separan claramente las actividades de TI de las de Transporte y Defensa. Y esto es importante porque, mientras en TI los clientes son privados, en Transporte y Defensa son públicos. Precisamente, la entrada de España en el programa de cooperación estructurada permanente en materia de Defensa europea (PESCO) -algo así como la política común en Defensa- ha salvado, en parte, a Abril-Martorell. No es mucho: en 10% llegaremos al 2% del PIB en gasto en defensa, pero afianza la participación del 18,7% que el Estado mantiene en la compañía a través del ICO. Esto es importante porque, con la que están cayendo, ¿se imaginan la cotización si el Gobierno anunciara que vende la suya? En cualquier caso, lo que más afecta a Indra no es el PESCO, ni mucho menos, sino la falta de ingresos en general. La compañía no vende, ergo, no funciona. Efectivamente, los resultados hasta septiembre mostraron un aumento del beneficio gracias a la compra de Tecnocom. Pero es sólo flor de un día y, además, la adquisición se realizó a precio de oro. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com