Hertz ha caído más de un 6% en bolsa tras haber elevado sus pérdidas a 1.207 millones de euros en los nueve primeros meses, frente a los 57 millones que ganó hace un año, y haber reducido un 46% sus ingresos, a 3.409 millones. La compañía estadounidense de alquiler de vehículos afronta malos tiempos por el coronavirus, que le llevaron a pedir la declaración voluntaria de suspensión de pagos en Norteamérica el pasado mayo tras no haber podido reestructurar su deuda.

Dicho proceso de suspensión de pagos está progresando “bien” y Hertz acaba de recibir un paquete de financiación por quiebra por más de 1.400 millones. De estos, unos 850 millones se destinarán a comprar vehículos en EEUU y Canadá y otros 680 millones a pago de trabajos y necesidades de la empresa. Dicho paquete y “los compromisos de más de 5.084 millones nos permitirán continuar dando pasos para posicionar nuestro negocio como un líder de alquiler y de flotas a través de la pandemia y para el futuro”, ha señalado su presidente y CEO, Paul Stone.

El sector de alquiler de vehículos depende, en gran medida, del turismo… que está siendo fuertemente golpeado por el coronavirus. En el tercer trimestre, Hertz perdió 188 millones, frente a los 143 millones de beneficio de hace un año, y facturó 1.074 millones (-55%).