- Y si no lo hace, el corralito se convertirá en corralón.
- Ojo, no basta con mantener la actual línea de liquidez: hay que aumentarla.
- Es lo que más teme Tsipras, tras embarcarse en la aventura del referéndum.
- El Gobierno español insiste: no es partidario de que Grecia abandone el euro.
- Pero si no hay más dinero del BCE lo misma da.
En Madrid, ha sido el titular de Economía,
Luis de Guindos, quien ha recibido a los medios informativos para explicar lo que ha ocurrido. Y ha insistido en un mensaje expresado como duda pero sólo a efectos retóricos. Guindos asegura que para ampliar la cuenta de liquidez, el BCE deberá cumplir con sus propia normativa interna.
Pus esta es la cosa: que si con el mantenimiento de la actual línea de liquidez resulta que en Grecia se ha formado un corralito, es decir, si con el mantenimiento de la actual sólo da para 60 euros por depositante y 120 por pensionista, el
BCE de Mario Draghi debería ampliar la actual línea de crédito. Y este es el problema, que el BCE, según sus propias normas internas no puede ampliarla… salvo a aquellos países con un programa de salvamento en marcha. Es decir, con unos compromisos asumidos de no sacar dinero de sus bancos y que no pueda cobrar sus pensiones. Por de pronto, los bancos ya no abrirán el martes, sino la próxima semana. Y eso por ahora.
A todo esto, el Gobierno español insiste en que es partidario de que Grecia continúe en el euro. Eso está muy bien, pero lo cierto es que Grecia necesita dinero urgente para subsistir.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com