Octavio Granado rebaja el tono, pero insiste en que se calcule la pensión computando toda la vida laboral
Este martes, el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, ha contradicho a su jefa, la ministra Magdalena Valerio, y ha dado la razón a Hacienda al rechazar un impuesto ad hoc para financiar las pensiones. En su comparecencia ante la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo, ha afirmado que no le parece una mala noticia que no haya un nuevo impuesto específico: “prefiero las transferencias del Estado que fiar la suerte del sistema de pensiones a un impuesto concreto”.
De esta manera, ha caído en cierta contradicción con la titular de Trabajo, Magdalena Valerio, que el pasado lunes, en la Cadena SER, defendió que habrá que tomar medidas porque solo con las cotizaciones no se puede mantener el sistema público de pensiones. Entre ellas, señaló que podría haber “inyecciones directas desde los Presupuestos Generales del Estado” o podría haber impuestos ad hoc. Esta última opción ha sido descartada por el Departamento de María Jesús Montero, según informa El Mundo. ¿La razón? En las negociaciones con Podemos para sacar adelante los Presupuestos 2019 no se incluye la creación de un impuesto finalista y creen que el sistema se beneficiará de la subida de ingresos que habrá con las medidas en el Impuesto de Sociedades, el IRPF, la llegada de la ‘tasa Google’ o del impuesto a las transacciones financieras.
Valerio quiere un nuevo impuesto 'ad hoc', pero Hacienda lo descarta y los analistas creen que sólo cubriría una pequeña parte del déficit
Por su parte, los analistas de Bankinter han señalado que recurrir a ingresos fiscales generados por hipotéticos nuevos impuestos para cubrir el creciente déficit de la Seguridad Social haría depender a las pensiones de actividades económicas muy cíclicas y que solo servirían para tapar una pequeña parte del déficit. Para estos expertos, la única alternativa para garantizar las pensiones es modificar el sistema y basarlo en varios pilares (público y privado; obligatorio y voluntario) como han hecho la mayoría de países desarrollados, pues hasta ahora solo se basa en cotizaciones sociales obligatorias.
Octavio Granado ha quitado hierro a las diferencias entre ministerios, pues de no haberlas “el país funcionaría muy mal”, olvidando que a veces parece una jaula de grillos. Recuerden que Valerio ha defendido que las pensiones suban con el IPC, mientras la titular de Economía, Nadia Calviño, y el propio Granado han hablado de que junto al IPC habría que tener en cuenta otros parámetros. Y por si esto no bastara, este martes, en La Sexta, Montero ha señalado que la recaudación de la ‘tasa Tobin’ (o sea, el impuesto a transacciones financieras) irá “íntegramente a la Seguridad Social”.
Montero avanza que la recaudación de la 'tasa Tobin' irá íntegramente a la Seguridad Social
En el Congreso, Granado también ha rebajado bastante el tono, después de decir hace un par de semanas que el sistema de pensiones no es viable y podrá aguantar como máximo una década. De hecho, ha defendido que “cada diez años, el sistema tiene que reformarse” y que hay que buscar ingresos para el sistema (sin dar muchas pistas) y tener en cuenta el diálogo social. Asimismo, ha señalado que "no tenemos política de apoyo a las familias", algo que consiste en que la gente tenga el número de hijos que quiera y no los que pueda, y ha hecho balance del Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la denominada hucha de las pensiones) que desde 2012, con el PP en el poder, ha perdido más de 74.400 millones de euros: ahora tiene 8.061 millones, menos que a cierre de 2017 (8.085 millones) porque "las rentabilidades de los valores en los que está colocado son negativas".
Los problemas de sostenibilidad del sistema de pensiones han hecho que Granado haya vuelto a defender que se calcule la pensión teniendo en cuenta la cotización de toda la vida laboral, una idea que no comparte su jefa. Recuerden que ya se amplió dicho cómputo desde los últimos 15 años a los 25, meta a la que se llegará en 2022 (actualmente, está en 21). "Yo propondría que se continuara subiendo el periodo de cómputo hasta llegar al final de la vida laboral", ha subrayado, aunque Valerio afirmó que la propuesta no está encima de la mesa. Sería una forma sibilina de bajar las pensiones, puesto que en los primeros años de vida laboral es cuando menos se cotiza.