- El BBVA trata de consolidar sus pociones en el exterior.
- Caixabank aún no ha digerido la compra del portugués BPI.
- El Sabadell está centrado en el británico TSB y en su cotización en bolsa.
- Bankia no puede plantearse nada que no sea la desinversión del Estado, prorrogada estos días.
- Bankinter no va a poner en peligro su cómoda situación.
- Y el Popular no está en condiciones de afrontar ninguna fusión como comprador.
- No menos importante es la situación política. ¿Está para abrir un melón tan complicado?
Recuerdo allí por febrero del 2015 que el 'run run' de las
posibles fusiones de bancos empezó a moverse entre la prensa salmón de nuestro país. Se bautizó jovialmente a los candidatos a ser absorbidos como los siete 'enanitos' que, por su pecado de no haber podido superar la crisis del ladrillo,
se encontraban expuestos a una vulnerabilidad que podría volver a desencadenar otra crisis de confianza en el sistema.
Esto, justo cuando las cuentas de resultados estaban empezando a remontar, no gracias a la recuperación de los márgenes de intereses, que aún continúan y continuarán por algún tiempo afectados por los tipos bajos y los daños colaterales de la desaparición de las
cláusulas suelo, sino por la recuperación del rigor en el riesgo de créditos que permita unas dotaciones normalizadas
y, sobre todo, por los ajustes de costes de estructura con la modernización tecnológica y de plantilla. A esto hay que unir el ofrecimiento de nuevos servicios que no se encuentren
sujetos a los vaivenes de los tipos de interés.
Todo esto quedó aplazado por la inestabilidad política de nuestro país que nos llevó a estar muchos meses con un gobierno en funciones.
Pasados estos meses, con un gobierno que "puede tomar decisiones", en minoría eso sí, y con las cuentas definitivas de 2016 encima de la mesa, veremos que los resultados obtenidos pueden haber cambiado el planteamiento en alguno de los postulantes a comerse 'enanitos' y entrar en esta categoría.
Empecemos con el repaso. Hasta el viernes presentaron los seis grandes -
Santander, Sabadell, Bankia, BBVA, Caixabank y Popular- más uno de los bancos de los conocidos como 'bancos de nicho' como es Bankinter.
Como vemos en el cuadro comparativo, el margen de intereses continúa siendo una cruz para las entidades, de las siete, cuatro continúan bajando su margen respecto al 2015. El que más, Bankia, con el impacto de la salida del perímetro de
City National Bank of Florida.
Caixabank mejora su resultado pero aún no ha conseguido el ajuste de los pasivos remunerados que le restan y Popular continúa con este mismo problema.
Las tres que presentan crecimiento en el ejercicio lo hacen, en gran parte, gracias a las aportaciones de sus negocios en el extranjero.
Bankinter, sin su negocio en Portugal, solo habría crecido un 5,1%.
Sabadell sin TSB, solo un 4,6% y BBVA debe este crecimiento a sus negocios en Suramérica.
Las partidas que nos llevan al margen bruto, salvo en el caso del Popular, han mejorado el resultado obtenido en el margen de intereses. En general, las mayores comisiones percibidas -salvo en
Bankia que es este año, por decisión comercial, eximió de comisiones a los clientes con pensión o nómina domiciliada-, las operaciones financieras y los ingresos por las operaciones de seguros -
Caixabank por Repsol y Bankinter con los ingresos procedentes de Línea Directa, o BBVA con las aportaciones de operaciones financieras en Suramérica- han conseguido como mínimo aportaciones positivas a los resultados. Popular, con los 316,5 millones de euros (M€) menos de ingresos por operaciones financieras y el descenso en el resto de epígrafes, salvo en los ingresos por seguros, ha marcado el mayor descenso en este margen.
Salvo el Popular, al que por su peculiar situación haré una especial mención (a la vista está en el cuadro de resultados), el resto de entidades han registrado unos costes de administración similares o inferiores a los del ejercicio anterior.
Sabadell y Bankinter han sido superiores principalmente por los gastos de reestructuración de plantillas y oficinas que también están llevando a cabo las otras entidades. Santander, Bankinter y BBVA han registrado partidas de proyectos de renovación tecnológica.
Estas mismas seis entidades han reducido en mayor o menor medida las dotaciones por insolvencias como consecuencia de las reducciones de las situaciones de morosidad. Así,
BBVA ha reducido un 12,4% sus dotaciones, 1.285M€ el Santander, 30% Bankia y 1.069M€ Caixabank. Esta entidad ha efectuado en el ejercicio refinanciaciones de créditos por 11.733M€ de los que 7.314M€ eran posiciones dudosas. Salvo
Bankia y Popular, con un 9,8% y un 14,61% de ratio de morosidad respectivamente, el resto de entidades analizadas se encuentran por debajo del 9,27% de la media total de las entidades en España, siendo la mejor situada el Santander con un 3,93% y que, además, tiene dotado en un 73,8%.
Caixabank es la entidad que, con un 47%, presenta una menor cobertura de sus posiciones irregulares.
El Popular incrementó sus gastos de administración en un 17,6% durante el 2016 de los que un 32,2% lo fueron para
la reestructuración de personal y que supusieron 370M€. De forma adicional, como consecuencia de la situación de su cartera de créditos y de inmuebles, dotó deterioros por 3.802M€ por créditos y 1.452M€ por inmuebles. El total de las diferentes dotaciones extraordinarias durante el ejercicio ascendió a unos 6.200M€.
Curiosamente el Popular es el banco con un índice de eficiencia mayor (66,79%) ya que las dotaciones realizadas figuran en epígrafes de costes extraordinarios del ejercicio. En el extremo opuesto está
Bankinter que, con un 45,10%, se presenta como el menos eficaz.
Las ratios de capitalización de todas estas entidades están dentro de los exigidos por los reguladores, siendo Bankia la que presenta una mejor posición, junto con Caixabank.
A la vista de estos
datos expuestos, podemos deducir que aún se necesita un análisis más profundo de las acciones a tomar sobre la inmediata configuración de nuestro sistema financiero. Primero, creo que falta algún tiempo para poder estar en la situación óptima de saneamiento en algunas entidades como
Sabadell, Caixabank y Popular. El Sabadell, por ejemplo,
está aún muy ocupado con la adquisición de TSB y su baja cotización en bolsa y el Popular, pues no sé, pero a mí me ha creado una seria duda con sus resultados.
Bankia está ocupada con la obligación de la salida a bolsa de la participación del Estado, prorrogada en estos días, BBVA está tratando de consolidar sus posiciones en el exterior y Bankinter no la veo en una
aventura que pueda poner en peligro su cómoda situación. Solo quedaría Santander y una Caixabank que ha probado las dificultades de fusiones recientes, en Portugal. Pero yo añadiría una cuestión más: la situación política. ¿Está para abrir un melón tan complicado?
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com