El IPC lleva tres meses en negativo
España se mantiene en riesgo de deflación, otra de las consecuencias de la pandemia del coronavirus. El Índice de Precios al Consumo (IPC) lleva en negativo desde el pasado abril (-0,7%) por la crisis de la demanda que vivimos y en caída desde febrero (+0,7%).
En concreto, los precios han subido seis décimas en junio respecto a mayo (-0,9%), hasta el -0,3% en tasa anual, según el dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). ¿El motivo? El encarecimiento de carburantes y combustibles, y de la electricidad, respecto a las bajadas de hace un año. El Índice de Precios al Consumo (IPCA) habría tenido el mismo comportamiento, situándose también en el -0,3% en tasa anual.
Estadística elabora dos agregaciones especiales debido al confinamiento, recogiendo el efecto en los precios de bienes y servicios que se han seguido consumiendo. Los precios de los productos incluidos en el Grupo especial bienes Covid-19 (alimentación, bebidas, tabaco, limpieza, productos farmacéuticos, comida para animales, artículos de autocuidado personal, etc.) han disminuido un cinco décimas, hasta el 2,3% en tasa anual. Por su parte, los servicios Covid-19 (alquiler de vivienda y garaje, distribución de agua, alcantarillado, recogida de basuras, gastos comunitarios, electricidad, gas, gasóleo para calefacción, telefonía, música y televisión en streaming, seguros, comisiones bancarias y servicios funerarios) han aumentado un 1,5%, hasta el -2,4%.