Patrizia Grieco, que pronto dejará de ser presidenta de Enel y Francesco Starace, CEO, que previsiblemente será reelegido
Enel se hace más grande, a la italiana, claro está (el Estado transalpino es propietario del 23,6%), es decir, creciendo y endeudándose a la vez en grandes proporciones. Así, se refleja en los resultados preliminares de 2019 que ha dado a conocer, los cuales son el prólogo de los definitivos que publicará el próximo 19 de marzo.
La energética italiana -dueña del 70% de Endesa, de la que saca tajada vía dividendos- ha logrado unos ingresos de 80.300 millones de euros en 2019, lo que supone un 6,1% más que el año anterior, gracias a las infraestructuras y las redes de Hispanoamérica, así como a la generación térmica y la comercialización en Italia. Una cifra que se sitúa muy cerca de la capitalización bursátil, que supera los 83.600 millones.
El Ebitda ordinario ha ascendido a 17.900 millones (+10,5%) debido a la mejora en Hispanoamérica, es decir, lo adquirido gracias a Endesa, así como a la mayor generación y comercialización de energía térmica (destacando el aumento de la nuclear en España). El Ebitda reportado -que incluye efectos extraordinarios- ha subido un 8,6%, hasta 17.700 millones.
La deuda financiera neta es elevada (45.200 millones), pero aún no preocupa: supone un ratio de 2,5 veces el Ebitda
Por su parte, la deuda financiera neta ha ascendido a 45.200 millones (+10%), con lo que casi representa el doble que los ingresos. A pesar de ser elevada, si se compara con el Ebitda, supone 2,5 veces esta magnitud, por lo que aún puede tener cierta ‘calma’: los expertos consideran que un ratio superior a 3 es preocupante.
El CEO de Enel, Francesco Starace, ha señalado que la compañía ha continuado con su crecimiento, logrando los objetivos que se fijaron y con un Ebitda ordinario superior. En línea con el objetivo de descarbonización, ha presumido de que siguen fortaleciendo su liderazgo global en energías renovables con más de 3 gigavatios (GW) de capacidad construidos durante el año, superando el récord de 2018. Y por supuesto, tras enfundarse el traje ecológico, el ejecutivo italiano se ha olvidado destacar que en la mejora de los resultados ha contribuido la generación térmica, es decir, en la que se incluyen tanto sus activos de carbón como los nucleares.