- Los analistas coinciden en que sería bueno que segregara su área internacional.
- Hace seis años que inició ese salto, pero con desiguales resultados (bien en Chile, mal en Perú).
- Está presente en el gasoducto TAP que unirá Turquía e Italia, aunque para S&P corre mucho riesgo.
- En bolsa arrastra un fuerte castigo desde junio: el valor de la acción ha caído de 26,72 a 23,62 euros.
Los analistas valoran positivamente la opción que baraja
Enagás de segregar su área internacional para potenciar su crecimiento en el exterior y, en paralelo, dar entrada a un
socio industrial y socios financieros.
En bolsa, sin embargo,
no ha tenido ninguna repercusión. El valor cae levemente (-0,5%), hasta 23,6 euros, pero arrastra una caída bastante mayor desde junio, cuando cotizaba a 26,50 euros.
Según los analistas del
Sabadell, marcaría terreno sin obstáculos del regulador por su posición de monopolio en el transporte de gas. Para los de
Bankinter, le permitiría compensar la previsible caída de los ingresos regulados en el negocio nacional.
El presidente de Enagás,
Antonio Llardén (
en la imagen), mientras, es receptivo a escuchar ofertas, seis años después de iniciar su salto al exterior, que le ha llevado a distintos proyectos en México, Perú, Chile y Suecia o a participar en el
gasoducto TAP (Trans Adriatic Pipeline), de 900 kilómetros y que unirá
Turquía e
Italia. Su participación en el proyecto es del 16%, uno de los factores que llevó a
Standard & Poor's a rebajar la perspectiva de rating de la gasista de estable a negativa. El otro era la pérdida del proyecto
Gasoducto del Sur Peruano (GSP), donde invirtió 490 millones y que espera recuperar.
Y a eso se une otro problema, el de la deuda neta (5.177 millones), mientras ha invertido en el exterior unos 2.000 millones. De la deuda, 695 millones proceden de la chilena
GNL Quintero, que comenzó a consolidar en enero, y gracias a la cual,
entre otros factores, ganó un 25,6% más en el primer semestre.
El negocio exterior aporta ahora aporta entre un 15% y un 20%, varía según los analistas, al
Ebitda del grupo.
Rafael Esparza