• El navarro seguirá al frente de la Fundación Ramón Areces y, lo más importante, protegerá a Dimas como presidente de ECI.
  • Pero Marta y Cristina Álvarez Guil no se rinden: Cristina conquista la división jurídica de la mano de su cuñado, Jorge Ocejo.
  • Objetivo: que margine al director jurídico Juan Moral de la Rosa.
La gran operación de comando diseñada por las hijas adoptivas de Isidoro, Marta y Cristina Álvarez Guil (en la imagen, de izquierda a derecha, con Dimas Gimeno y Florencio Lasaga a izquierda y derecha respectivamente) que controlan el 22% de El Corte Inglés (ECI), no dio resultado. Como adelantara Hispanidad, se trataba de unir a Cartera Mancor, de los García Miranda (7%), a los Areces (9,5%) y al 22% de los derechos políticos (jurídicamente tienen el 15%) de la hermanas Guil. Con ello superarían el 37% en manos de La Fundación Ramón Areces que controla Florencio Lasaga. En definitiva, que los propietarios volverían a controlar la gestión y echarían a los Florencio Lasaga, Juan Hermoso y… al propietario-gestor, Dimas Gimeno. Pero no salió porque Marta Álvarez (de las dos de la imagen, la de la izquierda) no fue lo suficientemente generosa con los Areces y la cosa quedó en nada. Las hijas adoptivas de Isidoro no se rinden: no logran cesar al presidente pero van conquistando posiciones. Por ejemplo Cristina, la pequeña, a través de su cuñado, Jorge Ocejo, quien ha ninguneado al hasta hoy todopoderoso Juan Moral de la Rosa, se ha hecho con la división jurídica del grupo. Pero no basta. Además, de entrada ya no es posible cesar a Dimas Gimeno en la Junta de finales de agosto. Y lo que es más importante, Florencio Lasaga ha caído en la cuenta de que el primer accionista individual no sólo iba a por Dimas: también iba a por él. Así que la respuesta ha sido un pacto Lasaga-Dimas. Menos mal, porque hasta ahora, el primero, jefe del clan de los navarros, había despreciado al hombre que, después de todo, sigue llevando las riendas del día a día y, aunque muy tímidamente, empieza a espabilar la gestión. Y ahora que Lasaga se ha dado cuenta de que necesita a Gimeno, las hermanas Guil tendrán que buscar nuevos aliados. Por el momento, es mejor así. Eulogio López eulogio@hispanidad.com