• Al final, el antiguo instituto emisor y supervisor se va a parecer a una 'OCU' bancaria.
  • Linde intenta que las 'competencias de conducta' incluyan poder sancionador.
  • Históricamente, el Banco de España siempre tuvo ese poder y no necesitó un sistema punitivo por su prestigio ante los bancos.
  • Lo que todavía mantiene es el trabajo de campo del BCE en materia de supervisión.
Es una de las consecuencias de la unión bancaria europea: la pérdida de competencias de los bancos centrales de los países miembro. Y una de esas competencias que aún conservan, por ejemplo, el Banco de España, es la que tiene que ver con materias de conducta, donde también se incluyen materias de trasparencia informativa y sistemas de atención a los clientes. Concretamente, el Banco de España se prepara para vigilar la comercialización de productos bancarios, para controlar la aplicación del Código de Buenas Prácticas y para garantizar el buen funcionamiento de los servicios de atención al cliente de las entidades. Así las cosas, el antiguo emisor y supervisor se va a parecer más una 'OCU' bancaria que a otra cosa. El futuro no parece, por tanto, muy alentador. Por eso, para paliar esto, el gobernador Luis María Linde (en la imagen) intenta que esas 'competencias de conducta' incluyan poder sancionador. Y es que, antes de la Unión Bancaria, el Banco de España gozaba de ese poder aunque no necesitó un sistema punitivo por su prestigio ante los bancos. Ahora, de momento, se tiene que contentar con el papel de árbitro, por ejemplo, en la batalla desatada por el cobro de comisiones en los cajeros automáticos. ¡Qué lejos quedan los días en los que una simple insinuación desde el edificio de Cibeles ponía firme a todo el sector! No se desanimen. El Banco de España todavía mantiene el encargo de realizar el trabajo de campo del Banco Central Europeo (BCE) en materia de supervisión. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com