Consejo de Ministros, martes 21. Salen a escena María Jesús Montero, capaz de lidiar con una legión de periodistas, acompañada de la vicepresidenta para la cosa del Cambio Climático, Teresa Ribera y la de novata ministra de la cosa territorial, la canaria Carolina Darias. Y no parece que a la del estreno le gustara mucho la cosa porque echó un par de bostezos en una sesión donde el peso lo llevó, como no, María Jesús.

Montero nos ilustró sobre la agenda presidencial. No tiene tiempo para recibir a Juan Guaidó, pero sí para marcharse a Davos, acompañado de Nadia Calviño. Y de postre acudirá a la Gala ade los Goya que ya se sabe que los cómicos tiran a rojos y son todos muy progres.

Montero nos explica que el dinero va a fluir desde Madrid a las Comunidades autónomas, algo que no se podía hacer mientras Pedro Sánchez, naturalemente, no fuera presidente.

Subida del salario de los funcionarios en un 2%

Y los funcionarios también pueden cobrar su 2% de salario. Lo único que no nos dice el Gobierno es si el número  de funcionarios va a aumentar o disminuir. Esa no es una buena noticia y aquí solo damos buenas noticias.

Teresa Ribera la talibana del clima (cada vez me parece más sensato Donald Trump) nos prepara para el Apocalipsis con una Declaración de Emergencia Climática que conllevará más impuestos y más dificultades para los emprendedores. Esta mujer, profeta de desgracias, me deprime mucho.

Y sin faltar el adiestramento propagandístico: Montero -pena: la creía más inteligente- habla de que la petición de Vox y PP de que los padres sean quienes eduquen a los hijos es “censura”. Aún peor: “Hay partidos que en pleno siglo XXI ni defienden los convenios internacionales”. Es la última línea roja atravesada por los progres del PSOE: si defiendes el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones eres un fachas que no cree en el Derecho internacional.

Declaración de Emergencia sobre el cambio climático: otro palo a la economía

Habrá reforma del Código Penal para conseguir esto: la agenda feminista de que sólo el consentimiento expreso de la mujer es sexo libre. ¡Menudo coladero para vengativas!

Como aseguró María Jesús Montero, la ministra portavoz quiere: “Sumar cuanto más mejor a este camino de progreso”.