- La 'megaembotelladora' europea quiere ser ahora una compañía total de bebidas, mientras fusiona, despide y desmantela.
- Lanza en España productos fabricados en Europa y EEUU, como Capri-Sun y Glacéau Smartwater.
- Marcas de zumo y agua para diversificar el mercado y compensar la caída de ventas de Coca-Cola.
- Los empleados de Fuenlabrada llevan el ERE a Estrasburgo porque el TC no admite a trámite su recurso de amparo.
- Quieren que el TEDH revise las actuaciones judiciales para ver si se ajustan a la tutela judicial efectiva.
- No es el único lío judicial: tiene un segundo conflicto abierto en los tribunales por la readmisión en Fuenlabrada.
Parece que
Coca-Cola European Partners (CCEP) está algo desesperada, pues ahora se lanza a por zumos y agua, mientras el
lío judicial por el ERE con beneficios en España llegará hasta
Estrasburgo. La 'megaembotelladora' europea que preside
Sol Daurella (
en la imagen), cuya gestión se puede resumir con tres palabras (
fusionar, despedir y desmantelar), ambiciona ser una compañía total de bebidas… y vender mucho más.
Por eso introduce en España más productos fabricados en Europa (zumos, café orgánico, etc.) y fuera, concretamente en EEUU (agua). Tal es el caso de la marca de zumos
Capri-Sun o del agua
Glacéau Smartwater. La primera es propiedad de la alemana alemana Arios Holding y CCEP se acaba de hacer con su comercialización exclusiva, es la segunda marca más importante en zumos del mundo y se dirige a
niños y adolescentes (no como Minute Maid). Por su parte,
Glacéau Smartwater es la marca número uno de agua embotellada
premium en EEUU.
Con estas dos marcas de
zumos y
agua, la 'megaembotelladora' busca diversificar el mercado y compensar la bajada de ventas de su marca estrella, Coca-Cola.
Como se vio
en sus últimos resultados, el descenso ha sido del 0,5%, a pesar de que
Coca-Cola Zero se ha disparado un 15% por la
guerra contra el azúcar, representando un 63,5% del total de las ventas (un punto menos que en 2016). Además, sus ventas de agua han bajado un 1,5%, a pesar de que esta categoría está en crecimiento en Europa y en el resto del mundo, de ahí que tenga más sentido sumar una
marca premium a las tres que ya tiene en su
portafolio (Aquabona, Vilas del Turbón y Krystal).
Paralelamente, el
lío judicial, que surgió hace más de cuatro años por el ERE con beneficios del antiguo embotellador español, aún colea y llegará al
Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo.
Los empleados de Fuenlabrada irán hasta esta ciudad francesa, después de que el Tribunal Constitucional (
TC) no admitiera a trámite su
recurso de amparo, el cual se basaba en la modificación de la sentencia original del Tribunal Supremo (TS) por el auto de ejecución y readmisión del famoso COIL (centro de operaciones industriales y logísticas en el que se iba a convertir la planta madrileña, pero que a día de hoy sigue sin ser una realidad porque apenas hay trabajo efectivo).
Van a Estrasburgo por la sentencia original y discuten la
ejecución que modificó la sentencia firme, a pesar de ser condenada la empresa y considerar el ERE nulo por violación del derecho a la huelga, según ha explicado
Juan Carlos Asenjo, presidente del comité de empresa de la planta de Fuenlabrada a
Hispanidad. "No cumplirse la readmisión en el mismo puesto con condena por derechos fundamentales es lo que entendemos que no atiende el
derecho a la tutela judicial efectiva, recogido en el
artículo 24 de la Constitución", ha subrayado. Además, se pidió dos veces medidas cautelares para que no desmantelara la producción y se pudiera cumplir la sentencia, pero no se les hizo caso. Por eso ahora quieren que se revisen en Estrasburgo las actuaciones judiciales y si se ajustan al procedimiento y la tutela efectiva.
Al mismo tiempo, está abierto un
segundo conflicto en los tribunales: la
readmisión en Fuenlabrada, pues no se cumple y además, aplicaron el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores para modificar las condiciones. El
Juzgado Nº2 de Móstoles declaró su nulidad, pero Coca-Cola recurrió y ahora toca esperar a conocer el pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (
TSJM) el próximo 7 de marzo.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com