- El secretario de Estado para el Deporte y presidente del CSD está harto del presidente de la Real Federación Española de Fútbol.
- El Gobierno apoya a Cardenal, aunque no le gusta su amistad con Jaume Roures, con el que también se lleva muy bien Javier Tebas (LFP).
- Villar no está conforme con el Real Decreto Ley sobre los derechos del fútbol y se niega a que se auditen convenientemente las cuentas de la Federación.
- Es extraño que sea él quien convoque la huelga, pues debería hacerlo la AFE, pero le ha llegado un aliado que no esperaba: Florentino Pérez.
- También Iker Casillas y Xavi Hernández, entre otros futbolistas, se suman a la huelga.
Como saben, la semana pasada, el Consejo de Ministros aprobó por fin el Real Decreto Ley sobre los derechos del fútbol, tras un considerable retraso, pero la paz no ha durado ni una semana. En la tarde del pasado miércoles, el presidente de la
Real Federación Española de Fútbol (RFEF),
Ángel María Villar (
a la derecha de la imagen junto a Miguel Cardenal), sorprendía a todos convocando una
huelga, ni más ni menos que en plena
campaña electoral. Un pulso con el trata de defenderse, pues el secretario de Estado para el Deporte y presidente del
Consejo Superior de Deportes (CSD),
Miguel Cardenal, quiere prescindir de él.
Y es que no es ningún secreto que entre ellos no hay buena relación. Es más, Cardenal está harto de Villar. Por su parte, el Gobierno apoya a Cardenal, aunque no le gusta demasiado su amistad con el presidente de Mediapro,
Jaume Roures. Y es que esta empresa considera "amigos" al canal qatarí Al Jazeera. Además, Roures también se lleva muy bien con
Javier Tebas, presidente de la
Liga de Fútbol Profesional (LFP).
Entre las reacciones, destacan la de Tebas y Cardenal. El primero ha afirmado que la huelga
indefinida le parece "una locura, una osadía y una irresponsabilidad de una institución y de Ángel María Villar, que no sabe el rumbo que debe tomar el fútbol profesional ni el fútbol aficionado". Considera que "es un reto a la Liga y solo responde a un interés personal", cuyos "daños son terribles y cuantiosos". Además, ha pedido al Gobierno "que mantenga y no toque ni una coma del Real Decreto". "Si tiene que haber huelga, que la haga […], pero no vamos a someternos al chantaje de la Federación", ha añadido con rotundidad. Mientras, Cardenal pide a la RFEF una "lectura sosegada del Real Decreto" y cree que "la huelga no está justificada".
Villar no está dispuesto a ceder en su pulso, pues no está conforme con el
Real Decreto Ley sobre los derechos del fútbol por diversas razones y también se niega a que se auditen convenientemente las cuentas de la RFEF. Por estos motivos, entre otros, ha decidido
convocar una huelga indefinida para la penúltima jornada de Liga de Primera División, es decir, para los días 16 y 17 de mayo, ni más ni menos que en plena campaña electoral.
Sin embargo, es extraño que sea Villar quien haya convocado la huelga, pues debería hacerlo la
Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que preside
Luis Rubiales. Pero este sindicato tiene poco peso, mientras que hablar de la RFEF son palabras mayores. A Villar, además, le ha llegado un aliado que no esperaba:
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, que ha animado a la huelga, pues le importa más la Champions que la Liga. También
Iker Casillas y
Xavi Hernández, entre otros futbolistas, apoyan la huelga.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com