- Pero no puede despedir ni a Gonzalo Ferre ni a Pablo Vázquez al estar en funciones.
- Y como tiene que cesar a alguien, la ha tomado con el director general del AVE, Javier Gallego, al que sustituirá Isabel Pardo.
- No se ha cumplido ningún plazo: el AVE tenía que haber llegado a Castellón, Murcia y Granada.
- Y apenas avanza en la 'Y' vasca y en Galicia.
- ¿Cuál es el problema? Que han forzado tanto a las empresas que las han ahogado.
- Más desastres: el concurso de trenes se ha tenido que rehacer.
- Y lo de lnternet en los trenes? Nunca más se supo.
La noticia saltaba en la mañana de este jueves:
Ana Pastor (
en la imagen) cesa al director general del AVE,
Javier Gallego, y nombra en su lugar a
Isabel Pardo. Sin embargo, la intención de la ministra de Fomento era otra: echar al presidente de Adif,
Gonzalo Ferre, y al presidente de Renfe,
Pablo Vázquez. Ahora bien, al estar en funciones no puede hacerlo, por lo que ha optado por un segundo escalón. La pena es que Gallego está considerado un buen profesional dentro de la casa.
Sea como fuere,
su cese es una muestra más del caos existente en la política ferroviaria bajo la batuta de Pastor. Para empezar, no se ha cumplido ningún plazo previsto. Por ejemplo, durante la Legislatura 2011-2015, el AVE tenía que haber llegado a Castellón, Murcia y Granada, y ni está ni se le espera. La 'Y' vasca y el
AVE a Galicia avanzan tan despacio que es muy probable que antes se cumpla el sueño de viajar a Marte.
Más desastres: a finales de mayo, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, dependiente del Ministerio de Hacienda,
anuló una de las cláusulas del pliego de condiciones del concurso para la adjudicación de la construcción de 30 trenes AVE. La cláusula en cuestión premiaba la fabricación en España, condición que recurrieron las empresa foráneas. Total, que
Fomento y Renfe tuvieron que rehacer el pliego del concurso.
Por cierto, a partir de enero de este año iba a estar disponible la wifi en todo el AVE. Sin comentarios.
¿Cuál es el problema? Que han forzado tanto a las empresas, las han exigido tanto que al final se han ahogado.
Todo esto sin hablar de la liberalización del corredor de Levante y, lo que es más grave, de la liberalización de todo el sector ferroviario. No olviden que Bruselas ha establecido para el año 2020 el final del monopolio de Renfe.
Conclusión: el transporte ferroviario supone el gran desastre de de Fomento en la legislatura popular. Y a Ana Pastor no le ha gustado.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com