- Hasta ahora, el poder financiero estaba repartido: la capital monetaria era Frankfurt y la capital bursátil era Londres.
- Los inversores huyen de la renta variable, pero también de la renta fija, y optan por guardar el dinero en el calcetín.
- Peligra la fusión de los gestores de las bolsas de Londres y Frankfurt.
- El índice Footsie 100 de Londres cae un 4,49% en la apertura de este viernes y el Dax 30 de Frankfurt, un 6,83%.
El 'no' británico a Europa tiene y tendrá muchas consecuencias, también financieras. Y la primera no se ha hecho esperar:
Ángela Merkel (
en la imagen) quiere que Alemania concentre todo el poder financiero del Continente.
Hasta ahora, el
poder financiero estaba repartido entre Frankfurt y Londres. La ciudad germana, sede del
Banco Central Europeo, era la capital monetaria mientras que la City londinense siempre ha sido la capital bursátil, donde los grandes brokers, bancos de inversión y fondos de capital riesgo tienen sus sedes operativas. Si no estás en la City no eres nadie en el sector financiero.
Esta hegemonía británica podría estar en peligro con el
Brexit y Merkel lo quiere aprovechar para que sea Frankfurt la gran capital monetaria y financiera de Europa.
Ya veremos lo que ocurre en los próximos meses. De momento, los inversores huyen de la renta variable y, en menor medida, de la renta fija.
En momentos de incertidumbre, el dinero se marcha a valores refugio como, por ejemplo, el oro. Eso es lo habitual. Lo que es más llamativo es que los inversores opten, como está sucediendo en estos momentos, por guardar el dinero en el calcetín. Y cuidado, porque es un síntoma de que los ricos no confían en el sistema.
Y aunque sea un asunto menor,
peligra la fusión entre la London Stock Exchange (LSE) y la
Deutsche Börse. De hecho, algunos accionistas del gestor de la bolsa alemana no estaban de acuerdo con los términos del acuerdo anunciado en febrero de este año, ya que consideraban que,
tras la fusión, las decisiones importantes se seguirían tomando en Londres a pesar de que la Deutsche Bölse tendría un 54,4% de la nueva sociedad y la LSE, el 45,6% restante. En cualquier caso, la fusión de ambos gestores no supone un cambio en la hegemonía británica como plaza financiera mundial.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com