- Le preocupa que se resienta la cotización de Bankia.
- Sí, hay sinergias geográficas pero nada más.
- Y en esas, resultados trimestrales muy pobres por parte de BMN.
- Y la salida a bolsa de la entidad resultaría hoy un fiasco monumental.
- Entonces, ¿quién empuja la fusión Bankia-BMN? Luis de Guindos.
La primera sensación después de ver los tres folios con los que
Banco Mare Nostrum (BMN) ha despachado el trámite con la
CNMV de
presentar resultados correspondientes al primer trimestre de este ejercicio, es pensar que el tiempo de la entidad presidida por
Carlos Egea se está acabando, y no sólo en el aspecto de cumplimiento de las obligaciones contraídas por la entidad allá por diciembre de 2012, cuando con el horizonte de 2017, a cambio de 730 millones de euros de dinero público inyectado por el FROB en nombre de la CCEE, se comprometió a la reducción de su tamaño hasta en un 40% del que tenía en 2010 y su salida a bolsa con límite a finales del mismo 2017. Vamos, dentro de cuatro días.
Y el caso es que ni la situación económica de nuestras entidades financieras, ni la situación inseguridad legal en la que se está moviendo la última salida a bolsa de una entidad financiera que ha sido la de Bankia, con la consecuencia que está viviendo de tener que devolver las inversiones en su OPV, ni por lo que estamos viendo hoy,
la situación de la propia BMN, van a garantizar que esta salida a bolsa no vaya a ser un fiasco monumental.
Mi impresión cuando se creó el SIP allí por 2010, y en especial cuando en 2013
Banc Sabadell adquirió el negocio de la antigua
Caixa Penedés, fue que, a pesar de que la caja catalana era un enorme saco de morosidad, por su desastrosa política crediticia, era el único activo que podría dar un sentido a la agrupación, ya que el resto de las cajas no serían capaces de sobrevivir en el
mercado financiero postcrisis, pero parece que había que pagar los servicios prestados por la entidad catalana en la solución de "peladillas" anteriores más complicadas.
Y creo que no me estoy equivocando,
ya que en el primer trimestre de este 2016 los números no son nada alentadores, con un 26,3% menos de provisiones y deterioros que en el mismo trimestre de 2015 (19M€),
el resultado neto ha sido de 27M€ un 7,41% menos que en el ejercicio anterior. Si ya hemos visto a lo largo de estos meses que la gran banca ha "pinchado" de una forma considerable en el capítulo de
margen de intereses, era de esperar que entidades como BMN, con unas dificultades tremendas para mantener la rentabilidad en sus operaciones de su negocio típico, por la tremenda competencia y justo en el momento en que vamos viendo que este negocio típico empieza a no ser negocio en el sistema financiero español,
no es raro ver que en este trimestre haya bajado en un 22,05% en términos interanuales. Tampoco las operaciones financieras han podido aportar resultados positivos a un margen bruto de 192M€ (-11,52%)
y solo las comisiones netas, que me atrevo a pronosticar que en los próximos meses van a ser el campo de batalla donde se van a encontrar todas las entidades financieras para tratar de salvar los muebles de sus cuentas de resultados, han funcionado:
BMN ha sido capaz de lograr un ligero aumento en sus ingresos del 13,04%, más que en el mismo periodo del año precedente.
La actividad crediticia de BMN ha descendido en 1.797M€, perdidos en un ejercicio.
Los depósitos de clientela tampoco han dejado de caer y así, en términos interanuales, lo han hecho en 352M€. Por último la tasa de morosidad ha descendido del 13,3% al 11,79%. Eso sí, habría que ver si el descenso ha sido por el pase a irrecobrables de créditos totalmente deteriorados, porque 1,5 puntos de descenso en morosidad me parece excesivo en el contexto actual, además de que también ha descendido la tasa de coberturas en un 0,5%. Cifra que todo y el descenso es una auténtica rémora en una estructura como la de
BMN.
Mucho está sonando estos últimos meses sobre las soluciones a BMN, absorción por parte de
Bankia, colocación a inversores venezolanos y a accionistas de otras entidades financieras, gestiones de su ilustre ex consejero,
Luis de Guindos. Lo único claro es la delicada situación de la entidad inmersa en un permanente ERE y con unas cifras en su balance que hacen muy difícil el cumplimiento de compromisos con el FROB. Esperemos que si logramos una tranquilidad política en los próximos meses, el nuevo gobierno se pueda dedicar a menos campañas y más soluciones a problemas de la economía real como este de BMN.
Pero la opción más clara es la precitada absorción por Bankia. No, Europa no pone pegas. Las ponen los técnicos pero no los políticos, que son los que mandan. Quien las pone es
Goirigolzarri, pues la única ventaja que ve a la absorción de BMN por
Bankia es la posibilidad de crecimiento en zonas que ahora le están vetadas. Sí, hay sinergias geográficas... pero no hay mucho más.
Goirigolzarri cree que sería un nuevo golpe -y como ya hemos dicho lleva muchos- a la cotización de Bankia, y se acerca el momento en pensar en la salida del Estado. En este punto,
BMN no le aporta nada: le quita.
Además, a
Goirigolzarri BMN le aporta poco. Hombre, una fusión de Bankia con el BBVA sería otra cosa, un bocado mucho más apetecible.
Ahora bien, el dueño de
BFA-Bankia es el Estado. A día de hoy, Guindos. Y si Guindos se empeña, Goiri obedecerá. Pero argumentos para negarse sí que tiene.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com