Un caza bielorruso interceptó este domingo un avión de la compañía Ryanair a bordo del cual viajaba un periodista-activista de la oposición que, según esta última, fue detenido tras su aterrizaje imprevisto en Minsk, suscitando la ira en Europa, recoge Swissinfo.

El medio opositor Nexta afirmó que los servicios de seguridad detuvieron a su ex redactor jefe Roman Protasevich tras el aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de la capital del avión, un Boeing 737, procedente de Atenas rumbo a Vilna. Para parar el vuelo se utilizó la excusa de una amenaza de bomba.

Los mandatarios de la Unión Europea (UE), que urgió a Minsk a permitir que "todos los pasajeros" pudieran continuar su viaje, abordarán el incidente y "posibles sanciones" durante una cumbre el lunes, indicó un portavoz del Consejo Europeo.

Varios países del bloque como Alemania, y Lituania denunciaron los hechos, que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, calificó de "terrorismo de Estado" y para los que pidió "sanciones inmediatas".

Francia convocó al embajador bielorruso en París. Y el Reino Unido, que ya no forma parte de la UE, también advirtió al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que se expone a "graves consecuencias".

La OTAN, por su parte, pidió una "investigación internacional" por este "incidente grave y peligroso", indicó su secretario general, Jens Stoltenberg.

Lukashenko se enfrentó en 2020 a un histórico movimiento de protestas que reunieron durante varias semanas a decenas de miles de personas en Minsk y otras ciudades de este país de unos 9,5 millones de habitantes.

Pero la movilización fue perdiendo fuelle ante las detenciones masivas, la violencia policial que ha dejado al menos cuatro muertos, el continuo acoso judicial y las fuertes condenas a prisión a activistas y periodistas.

La opositora bielorrusa en el exilio en Lituania, Svetlana Tijanóvskaya, condenó inmediatamente la detención de Protasevich y aseguró que el activista se enfrentaba a la "pena de muerte".