• El hombre fue asesinado cuando regresaba de la misa del domingo.
  • Los jóvenes de la parroquia organizan vigilias en la noche para garantizar la seguridad de los católicos: "Tenemos que defendernos".
En Bangladesh, los católicos viven con miedo y los más jóvenes organizan rondas de vigilancia nocturna para garantizar la seguridad de los feligreses. Esto es lo que ocurre en Bonpara, un pueblo de Natore, en la diócesis de Rajshahi, donde hace dos semanas fue asesinado Sunil Gomes, un hombre católico de 71 años. En tanto los terroristas del Estado Islámico han reivindicado el asesinato, la policía continúa investigando y por ahora sólo ha detenido a dos inquilinos de la tienda de frutas y verduras, donde trabajaba el católico. La comunidad cristiana local se compone de alrededor de 4.000 fieles, de los cuales 75 residen en el pueblo de Bonpara. El 5 de junio pasado Sunil Gomes murió justo cuando regresaba de la misa dominical. Los asesinos lo atacaron y lo dejaron en un charco de sangre. Los católicos del lugar indican que no se han producido avances en la investigación del homicidio. Shopna Gomes, la hija, refiere: "Después de la muerte de mi padre, la policía llegó a casa para hacer preguntas, pero esto duró sólo tres días". La mujer informas también que las autoridades detuvieron a dos sospechosos, pero que los autores materiales siguen en libertad. Para defenderse, los católicos han decidido hacer turnos nocturnos a fin de vigilar las viviendas, que son objetivos posibles de los criminales. Los más jóvenes hacen las patrullas armados con palos. Leonard Gomes, uno de ellos dice: "Consideramos que tenemos que garantizar nuestra seguridad por nuestra cuenta. Por eso, durante la noche no dormimos, y estamos siempre listos para defender a nuestra comunidad". Benedict Gomes, vicepresidente de la comunidad católica de Bonpara, añade: "Vivimos con miedo porque no nos sentimos seguros. Nos sentimos frustrados por el hecho de que la policía no puede descifrar el misterio del asesinato de Sunil Gómez". El P. Proshanta Gomes, un sacerdote de la diócesis de Dinajpur y hermano de la víctima, dijo a Asianews: "¿Qué mal ha hecho mi querido hermano? ¿Por qué se ha convertido en una víctima? Vivimos en un país donde no hay justicia en la persecución. Exijo que los asesinos sean detenidos y que la justicia sea garantizada". El comerciante católico era muy querido en la parroquia, donde había trabajado durante años como jardinero. Los feligreses, sus amigos, exhibieron banderas negras en las ventanas de sus viviendas en señal de luto. En Bangladesh, durante meses ha habido ejecuciones sucesivas de origen islámico. El gobierno del primer ministro Sheikh Hasina ha puesto en marcha una campaña antiterrorismo que condujo a la detención de alrededor de 14.000 personas sospechosas de terrorismo, pero pocos de ellos son militantes vinculados al extremismo islámico. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com