- Pero sin los separatistas no me salen las cuentas.
- Presión sobre Pedro Sánchez para que ponga en marcha la moción de censura anti-Rajoy.
- Pero la rebelión de Soraya Rodríguez le recuerda al secretario general que el Felipismo no ha muerto.
- Y que el lobby continúa dividido.
- Sánchez prometió a Felipe VI que hasta después de 1-O no haría ningún movimiento.
- No obstante, para llegar a La Moncloa sabe que necesitará a los catalanes; no les quiere felices.
- Rajoy empieza a dar con la tecla, al descabezar el referéndum con los número dos.
La Guardia Civil se ha apoderado de nueve millones de papeletas para el referéndum y, de paso,
ha detenido a 14 personas de distintas consejerías y otros organismos de la Generalitat, y al número dos del vicepresidente
Oriol Junqueras, es decir,
Josep María Jové i Lladó, justo en el momento en que el Tribunal Constitucional terminaba de anular el anillo de normas separatistas: en concreto, los cambios en la tramitación parlamentaria de la
ley de referéndum y la ley de separación del Estado. Todo el paraguas legal
de la segregación es ya ilegal.
Y más: la orden era detener a los números dos, no a
Junqueras o a
Puigdemont (
que lo están deseando). Sí, llamar a declarar a 700 alcaldes es una chorrada que sólo provoca numeritos como los de la manifestación de alcaldes. Pero si detienes a quienes realmente organizan el referéndum…
anulas la consulta y pones en un brete a los números uno. ¿No es estupendo?
Ahora bien, decíamos ayer que el
Rey Felipe VI había convencido al ambicioso
Pedro Sánchez para que refrenara sus ganas de llegar a
La Moncloa mediante una moción de censura frentepopulista. Pero es difícil. Primero, por la precitada ambición sanchista. Segundo, por el episodio de
Soraya Rodríguez y la iniciativa de
Ciudadanos. El felipismo, y de su mano el rubalcanismo, no han muerto y cada vez que Sánchez intenta su frentepopulismo-1936, los socialistas más sensatos miran hacia otro lado. Y si Sánchez no logra unir al PSOE, ¿
cómo va a unir a socialistas, comunistas y separatistas?
Sánchez oscila ahora entre dos caminos enfrentados… y desea coger ambos. Por una parte,
necesita a los diputados catalanes para echar a Rajoy de la Moncloa. Por otra, sabe que puede perder la
silla en Ferraz si se echa en manos de los neocomunistas de
Podemos y de los separatistas.
De esto han hablado
Mariano Rajoy y
Pedro Sánchez en Moncloa, en la mañana del miércoles. No te unas a los separatistas, Pedro. Por ahora no, Mariano, pero sin los separatistas no me salen las cuentas.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com