El problema no está en el separatismo revolucionario sino en el separatismo burgués. A los padres del PNV les han salido hijos batasunos y a los padres de Convergencia, hijos de ERC o de la CUP. Por lo demás, todo está en orden.

José Ortega y Gasset aseguraba que el problema de los vascos era la soberbia, la soberbia vasca. El PNV, con tal de provocar daño y así hacer sentir su poder, ha traicionado al PP y le ha ofrecido La Moncloa al PSOE… a quien también traicionará en cuanto llegue el momento.

A los padres del PNV les han salido hijos batasunos y a los padres convergentes les han salido hijos de ERC… o de la CUP

Respecto al separatismo catalán, más sincero que el vasco aunque más pesado, Ortega decía que no se puede solucionar, sólo sobrellevar. En ambas cosas tenía razón.

No se puede dialogar ni con el separatismo vasco ni con el catalán, ni con el PNV ni con la moderna Convergencia. Lo mejor es aceptar el conflicto permanente y sobrellevarlo con estoicismo, al tiempo que se ofrece un proyecto de España volcado al mundo, como cuando civilizamos y evangelizamos Iberoamérica.

Entre otras cosas, porque a los padres del PNV les han salido hijos batasunos y a los padres convergentes les han salido hijos de ERC… o de la CUP. Y eso no tiene soluciones políticas.