Se trata del éxito musical del verano, la Jeepeta entre rap y reggaeton, de los insignes Nio García, Brray y Juanka, para que vean que estoy muy puesto (y encima han hecho una versión remix con Anuel AA y Myke Towers). Carlos Franganillo, presentador de la segunda edición del telediario de RTVE, nos informa de que es el éxito musical del verano, por Internet, claro.

Y nos repite el estribillo sólo apto para licenciados en metafísica. Ojo al mensaje: “Tiene grandes tetas y quiere que yo se la meta”. No sé si lo han cogido: teta rima con meta, lo que recuerda el chiste de las aguas minerales Lanjarón, muy buena para el corazón, y Bezoya...

Pero aún mejor que está noticia de primer plano en una TV pública -tierra de intelectuales- fueron las interpretaciones conexas: ahí surgió un feministo que nos explicó el peligroso machismo que mostraba la canción mientras otra humanista liberal nos explicaba que hay que tomar distancias con el mensaje, porque también nosotros escuchábamos canciones y no sabíamos lo que decían o “tomábamos distancia”.

Que mire, que no: que el autor no es un machista sino un guarro. Pero, eso sí, Franganillo ni tan siquiera se permitió un ligero juicio de valor sobre la cochinada. A fin de cuentas, los juicios de valor están prohibidos en el periodismo progresista. Y eso que desde Kant sabemos que la razón del hombre se manifiesta en los juicios de valor… incluidos los juicios morales… que son de mucho valor.

¿Pretende usted decir que el progre no piensa? Bueno, lo dejo ahí.