• Nos sobran intermediarios y nos faltan pequeños propietarios. Hay que acabar con el financismo.
  • El presidente del BCE tiene mentalidad eutanásica.
  • Insiste en que mantendrá los estímulos: es decir, que seguirá fabricando dinero.
  • Con ello, la economía europea continuará respirando pero el enfermo no se curará.
  • Y continuaremos por lustros con un océano de liquidez que no ha remozado la economía mundial: sólo la ha devaluado.
  • Es decir, que los financistas tipo Mario Draghi no nos llevan al abismo: nos perpetúan en él.
  • El Creador nos regaló la tierra para que la explotáramos, en beneficio de todos… No para que la troceáramos y vendiéramos, a ser posible paquetizada y titulizada.
"La recuperación de la eurozona depende de la política monetaria expansiva", ha dicho Mario Draghi (en la imagen), y ha puesto en palabras la confirmación de nuestros peores presagios. Lo soltó el viernes 18 y con eso quería significar dos cosas: 1.Que a Europa sólo puede salvarla él con la manguera: es decir, dándole a la manivela de la máquina de hacer billetes. Sí, a través de fórmulas de lo más variado y sofisticadas, pero se trata de eso: de fabricar dinero hasta conseguir -ya lo hemos conseguido- que el mundo se asfixie en un océano de liquidez. Eso es lo que está haciendo Occidente durante los últimos lustros, con tipos de interés casi-cero. 2.También dijo Draghi que, en consecuencia, el programa de los llamados "estímulos" proseguirán. Al parecer, por toda la eternidad. Le ocurre a Draghi lo mismo que a la Reserva Federal norteamericana. En este tipo de aberración financista, los Estados Unidos son nuestros hermanos mayores, no lo duden. Y el gran engaño cuela por la razón de siempre: es como si a un enfermo con dificultades respiratorias le pones, permanentemente, una bombona de oxígeno. Claro que se siente aliviado pero eso no le está curando, sólo le mantiene en vida. Los financistas del océano de liquidez aseguran que si no sigue fabricando dinero, la economía se para. Pero fabricándolo de continuo y sin límites, están haciendo algo peor: están devaluando toda la economía mundial, en su totalidad manifiesta.  Es lo que Juan Pablo II llamó la financierización de la economía. Traducido más correctamente al castellano; financismo económico. Los monetaristas, los partidarios de solucionar los problemas económicos creando dinero, en lugar de crear bienes y servicios, llevan ya más de un cuarto de siglo aplicando tácticas eutanásicas. Los financistas tienen alma de sedadores. Para que el enfermo no sufra le matan a sedantes. Hombre, señor Draghi, que no se trata de evitar el sufrimiento sino de curar. Lo primero no es desechable pero eterniza la patología sin lo segundo. ¿Lo que hay que hacer? Re-implantar el patrón oro. Que el dinero vuelva a ser lo que fue y lo que es: un instrumento de cambio. Y preocuparse más los otros factores de la producción que no son capital: por ejemplo por el factor trabajo. Nos sobran intermediarios y nos faltan pequeños propietarios. El Creador nos regaló la tierra para que la explotáramos, en beneficio de todos, no para que la troceáramos y vendiéramos, a ser posible paquetizada y titulizada. Eso sí, a tipos de interés casi-cero. Un chollo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com