El contexto de la última subasta del Tesoro que ha tenido lugar hoy es el siguiente.

Por un lado, que en las últimas subastas de deuda los intereses que ha tenido que pagar el Tesoro no han parado de subir.  

Por otro, hay que tener en cuenta la subida de tipos del BCE un 0,25% el pasado 4 de mayo, hasta el 3,75% en que se encuentran actualmente, con la idea de contener la inflación.  

Hoy, además, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) Luis de Guindos, ha reconocido que aún quedan subidas de tipos que ejecutar: “Se ha recorrido una parte importante del camino y queda una parte por recorrer, seguramente la parte por recorrer sea más corta que la que se ha recorrido”. 

Lo que hace sospechar una subida de tipos de hasta, como mínimo, el 4%…

Y parece que la política del BCE está dando sus frutos, pues ayer mismo supimos por Eurostat que la inflación bajó en el mes de abril. En la eurozona, la tasa de inflación interanual se quedó en el 7% (frente al 6,9% del mes de marzo). Mientras que en el conjunto de la Unión Europea (UE), alcanzó el 8,1% (frente al 8,3% de marzo). 

Y en todo ese contexto, el Tesoro Público ha colocado este jueves 6.510,96 millones de euros en una subasta de bonos y obligaciones del Estado, con una demanda conjunta que ha alcanzado los 10.230 millones de euros. 

En concreto, en bonos del Estado con una vida residual de 2 años, ha adjudicado 1.603,28 millones con un interés marginal del 3,071%, superior al 2,949% previo.

En las obligaciones del Estado con una vida residual de 5 años 2 meses, ha captado 1.482,19 millones, y la rentabilidad se ha colocado en el 3,097%, respecto al 2,937% anterior.

Además, ha subastado 1.306,85 millones de euros en un bono a 5 años, con un interés marginal del 3,043%, inferior al 3,087% de la puja previa.

Por último, en las obligaciones del Estado a 20 años, ha vendido 2.118,64 millones, con una rentabilidad del 4,007%, frente al 3,654% anterior.

En conclusión, en la mayoría de las referencias el Tesoro ha tenido que pagar más dinero. 

Lo cual no es una buena noticia. Según la información ofrecida ayer por el Banco de España, la deuda del conjunto de las administraciones públicas registró en marzo un aumento del 1% respecto a febrero, hasta alcanzar el máximo histórico de 1,535 billones de euros, con lo que se sitúa en el 113% del PIB. En el último año, la deuda pública ha aumentado un 5,6%, con 81.540 millones de euros más.

Y todo por -insistimos- la lamentable política de Pedro Sánchez, que no ha hecho sino aumentar el gasto y la deuda desde que está en Moncloa, en una irresponsable política de derroche que el siguiente Ejecutivo se verá obligado a recortar, pues Bruselas ya ha avisado de que gradualmente va a volver a exigir las normas de disciplina fiscal interrumpidas durante la pandemia: una deuda del 60% del PIB y un déficit del 3% del PIB.