La deuda del conjunto de las administraciones públicas registró en marzo un aumento del 1% respecto a febrero, hasta alcanzar el máximo histórico de 1,535 billones de euros, con lo que se sitúa en el 113% del PIB, según el Banco de España

En el último año, la deuda pública ha aumentado un 5,6%, con 81.540 millones de euros más.

Cabe recordar que la deuda española cerró el año 2022 en el 113,2% del PIB.  

Recientemente, la Comisión Europea vaticinó que la deuda pública española seguirá disminuyendo hasta el 110,6% % en 2023 y el 109,1% en 2024. Mientras que el Gobierno español ha calculado que la deuda caerá hasta el 110% en 2024. 

En cualquier caso, y en ambas previsiones, muy lejos de una deuda del 60% del PIB que ordena Maastricht y que Bruselas quiere volver a implantar gradualmente a partir de 2024. 

Y destaquemos también que a España le cuesta cada vez más dinero colocar deuda: en la última subasta, el Tesoro captó 1.997 millones con un interés por encima del 3%. 

Y todo por -insistimos- la lamentable política de Pedro Sánchez, que no ha hecho sino aumentar el gasto y la deuda desde que está en Moncloa, en una irresponsable política de derroche que el siguiente Ejecutivo se verá obligado a recortar, pues Bruselas ya ha avisado de que gradualmente va a volver a exigir las normas de disciplina fiscal interrumpidas durante la pandemia: una deuda del 60% del PIB y un déficit del 3% del PIB.