Juan Carlos Barrabés (Benasque, 1970) comenzó su andadura profesional, sin duda de éxito, como veremos, en la tienda de material de escalada y de alta montaña que tenían sus padres y que él, junto a su hermano José Cristóbal, impulsó gracias al comercio online, un canal todavía inexistente en España a finales de los 90.

Barrabés se convirtió en uno de los mayores gurús del e-commerce de nuestro país y aquello le sirvió para entrar, por ejemplo, en el consejo de administración de Wayra -año 2013-, la filial de Telefónica especializada en start-ups tecnológicas. Bueno, eso y ser amigo del también aragonés Javier Placer, sobrino de Ana Cristina Placer, esposa de César Alierta, que por muy poco se libró de un buen lío judicial por, presuntamente, utilizar información privilegiada para comprar y vender acciones de Tabacalera cuando su tío era presidente.

Cuando marchó a Telefónica, Alierta no dudó en fichar a su sobrinísimo. Así era don César.

Pero volvamos a nuestro personaje, Barrabés que, de gurú de la cosa online pasó a ser lo que se conoce como un conseguidor. De esta manera, un año antes de la pandemia, en 2019, Barrabés puso en contacto a Begoña Gómez con Air Europa, la aerolínea de Globalia, grupo que entonces dirigía Javier Hidalgo, y que recibió el mayor rescate público durante el covid: unos 800 millones de euros.

Pero Barrabés no se limitó a poner en contacto a Begoña Gómez con Air Europa, sino que posteriormente fue el encargado de diseñar el Máster en Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid que todavía dirige Begoña Gómez, según El Confidencial.

A más a más, como dirían en Cataluña, en 2020, Barrabés se presentó mediante una UTE con la escuela de negocios The Valley, a un concurso público para ofrecer un “servicio de formación para el empleo juvenil en la economía digital”. Estamos hablando de una licitación de 24 millones de euros del Fondo Social Europeo, tramitada por Red.es, dependiente de Nadia Calviño, en pleno estado de alarma (junio de 2020).

Como se pueden imaginar, el concurso, dividido en seis lotes, atrajo a muchas empresas importantes de todo el mundo, incluidas algunas de EEUU y Japón. Hasta ahí, todo normal y muy previsible. Ahora bien, un error administrativo obligó a re-publicar el concurso en noviembre de ese año y cuando los aspirantes presentaron sus nuevas propuestas, la UTE de Barrabés, que aspiraba a los lotes 1 y 3, se descolgó del resto con una carta firmada por Begoña Gómez en la que, además de apostar por Barrabés y The Valley, se comprometía -¡la esposa del presidente del Gobierno!- a colaborar en la ejecución del contrato. ¿Adivinan quién se llevó finalmente los lotes 1 y 3, dotados con 7,7 millones de euros? Correcto: Barrabés y compañía.

En Moncloa aseguran que "el proceso de contratación fue impecable" y que no hubo contraprestación económica alguna. Claro, sólo 7,7 millones para Barrabés y compañía, y para Begoña, la satisfacción de haber colaborado con una buena causa, la de sus amigos.

La última acerca de nuestro personaje: Banco Santander anunció en febrero su fichaje como consejero independiente y así se votó en la pasada Junta General de Accionistas. Barrabés contó con el apoyo del 99,62% de los votos, tal y como consta en la documentación publicada por el banco. Ahora bien, en la web de la entidad no aparece Barrabés como consejero y, en su lugar, sigue presente Ramiro Mato que, en teoría, tendría que haber abandonado el Consejo.

Sigan a Barrabés. El chico promete.