Shou Zi Chew y Ron DeSantis
El objetivo del gobernador republicano es, en realidad, más amplio, porque no busca únicamente restringir el uso de TikTok en el Estado de Florida, sino “contrarrestar la influencia maligna del Partido Comunista Chino” en el Estado de Florida. “Creemos que cualquier utilidad que tengan estas aplicaciones se ve claramente superada por el beneficio que el PCCh (Partido Comunista Chino) obtiene de la extracción de datos y de poder recopilar información”, afirmó el gobernador el lunes, durante un encuentro con la prensa, convocada para informar sobre el paquete de medidas aprobado durante las últimas semanas y que tiene por objeto, no sólo proteger el Estado de la influencia de China, sino también de otros países como Venezuela, Cuba, Rusia, Irán, Siria y Corea del Norte.
Una de las medidas estrella es la ley SB 258, que prohíbe a TikTok funcionar en redes inalámbricas de internet (wifi) y en móviles que sean de propiedad pública, incluidas las universidades. De hecho, en los campus públicos tampoco están permitidas, desde hace un mes, otras apps como WeChat, Tencent QQ, VKontakte y Kasperky.
Además de estas aplicaciones, Florida sacó adelante -norma SB 264- la prohibición a esos países hostiles y a sus agentes comprar terrenos a no menos de diez millas (unos 16 km.) de bases militares, tierras agrícolas e infraestructuras críticas del estado. Además, prohíbe a empresas vinculadas con esos países cerrar acuerdos con el gobierno de Florida.
Se da la circunstancia de que esto se produce tres semanas después de la comparecencia en el Congreso de EEUU del Ceo de TikTok, Shou Zi Chew, en la que los congresistas interrogaron al directivo sobre el presunto espionaje de la aplicación y el uso que hace de los datos privados de los norteamericanos. De momento, las autoridades de EEUU no han tomado ninguna decisión en firme contra ByteDance, la empresa propietaria de la app, a la que han amenazado con prohibirla si no vende sus acciones.
DeSantis no ha querido esperar y se ha adelantado. TikTok ya no está permitida en oficinas y universidades públicas de Florida.
