En Renfe las cosas van mejorando al tran tran después del batacazo del Covid, pero no a toda velocidad y en parte se debe al encarecimiento de la energía: sigue reduciendo pérdidas, aunque aún hay tarea, porque no logrará cerrar 2022 en positivo. Eso sí, su presidente, Isaías Táboas, tiene el respaldo de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, con quien se lleva mucho mejor que con su antecesor, José Luis Ábalos: recuerden que a este último no le gustaba que Táboas contara con el apoyo del PSC, en especial de Miquel Iceta, pero con Raquel Sánchez es otra cosa porque ella misma forma parte de la Comisión Ejecutiva de la filial catalana del PSOE desde 2016.

Vayamos a las cifras. Hasta noviembre, el operador público ferroviario ha arrojado unos números rojos de 110 millones de euros, muy inferiores a los de hace un año (-339 millones). A la vista de esto, se descarta que el cierre de 2022 sea positivo y seguirá lejos de los 69,2 millones que ganó en 2019, pero mejorará el resultado de los últimos dos años: en 2020 las pérdidas fueron de 478 millones y en 2021 de 368 millones, por culpa de la pandemia del Covid y sus consecuencias en el transporte.

Seguirá lejos de los 69,2 millones que ganó en 2019, pero mejorará el resultado de los últimos dos años: en 2020 las pérdidas fueron de 478 millones y en 2021 de 368 millones, por culpa de la pandemia del Covid y sus consecuencias en el transporte

Los números rojos de 110 millones en los once primeros meses de 2022 se deben, sobre todo, a los de sus principales filiales: de 57 millones en Renfe Viajeros, de 40 millones en Renfe Mercancías y de 29 millones en Renfe Mantenimiento. Los cuales no han podido ser compensados por los ligeros beneficios de Renfe Alquiler (3,91 millones), de Renfe matriz (9,35 millones) y de la sociedad Renfe of America LLC (120.000 euros), la cual gestiona el proyecto del AVE de Texas,... y en los que han contribuido varios proyectos relacionados con la internacionalización.

Respecto a los ingresos, la filial de Viajeros es la que más aporta, tras haber logrado un crecimiento del 31%, hasta los 3.351 millones, gracias al aumento de pasajeros (+35%, a 394 millones de personas), y todo ello a pesar de la competencia de Ouigo y de Iryo, y de que no pueda operar en Francia como SNCF lo hace aquí. Renfe Mercancías ha facturado 206 millones, un 18% más, pese al menor volumen de toneladas transportadas (13,68 millones de toneladas, un 3,2% menos), y sigue pendiente la elección de un socio industrial: las navieras Medway (propiedad de la suiza MSC), la danesa Maersk y la francesa CMA son las candidatas finales. 

Por su parte, en resultado bruto de explotación (Ebitda), Renfe ha seguido dando buenas noticias: en noviembre ha logrado que fuera positivo por tercer mes consecutivo, y recuerden que en septiembre fue de 196 millones. Y por dar algunos detalles, cabe destacar que la filial de Mercancías ha conseguido un Ebitda positivo por primera vez en 2022, mientras la de Mantenimiento ha empeorado su dato, pasando de -2,21 millones a -16,31 millones.