Uno diría, por ser suave, que algo huele a podrido en una PRISA que atraviesa momentos agónicos, presidida por Joseph Oughourlian y dirigida por 'los migueles': Miguel 'Cubanino' Barroso y José Miguel Contreras

Oughourlian es un oscuro especulador financiero que busca dinero, mientras Barroso utiliza el dinero de los demás para obtener poder, aunque sea a costa de engrandecer la figura de Pedro Sánchez.

Sólo que dirigen una empresa en quiebra técnica que quieren salvar por una doble vía, naturalmente siempre con el dinero de los demás.

De un lado, Barroso y Oughourlian chantajean a Telefónica y al Santander, a través de El País y la SER. Cada día le arrean palos a la operadora y al banco en un 'pacífico' intento para que secunden la ampliación de capital que PRISA necesita con urgencia. Una ampliación de capital a la que ni el mismo Oughourlian quiere acudir, algo que no hará salvo que Moncloa le permita dar un pelotazo en INDRA

Recuerden: el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, hizo todo lo posible por marcharse de PRISA. Vendió la mayor parte de su paquete a un grupo de empresarios pro-monclovitas, capitaneados por Varela Entrecanales.

Lo de Ana Botín es otra cosa: de acuerdo, está dispuesta a que le Santander salve a PRISA pero a cambio volvería a mandar en la casa. Con Javier Monzón en la Presidencia de nuevo.

Al tiempo, presionan a Atresmedia para que se fusione con PRISA. Pepe Creuheras no quiere porque no es tonto pero el vicepresidente Silvio González y el CEO Javier Bardají (ambos en la imagen, Bardají izquierda y González, derecha) se lo están pensando: con esa fusión podrían alcanzar la Presidencia de la sociedad fusionada. Los Migueles incluso ya tienen su propia y curiosa valoración de activos de ambas empresas, no les digo favorable a quién para no restar emoción. 

Bardají y gonzález

Los Migueles incluso prometen que venderán la SER para hacer caja, una vez se hicieran con Onda Cero. En resumen, uno diría que Pepe Creuheras tiene el enemigo en casa. 

En cualquier caso, a día de hoy, la postura de Atresmedia se define oficialmente como "no tenemos ningún interés en esa operación". Pero, ojo, el Sanchismo es especialista en presionar a las empresas mediáticas y, además, el enemigo está dentro. 

Por de pronto, una semana hace que Oughourlian se reunió, con Silvio González y Bardají. Naturalmente, hablaron del tiempo. Bueno, y del tema recurrente de Oughourlian: Vox debe ser destruido: son mala gente.