La morosidad bancaria aumentó cuatro décimas en agosto, hasta el 4,43%, frente al 4,39% de julio, según datos provisionales publicados este viernes por el Banco de España. Hace un año estaba en el 4,74%. Todavía estamos lejos de niveles preocupantes -entorno al 9%-, pero es un primer aviso después de meses cayendo. El sector, en cualquier caso, prevé que la morosidad comenzará a subir realmente a partir de marzo de 2022, cuando dejen de tener efecto las ayudas públicas.

En cualquier caso, la morosidad aumentó en agosto, no tanto por el aumento de los créditos dudosos -de hecho, cayeron un 1,06%- sino por el descenso del volumen total de crédito, que se situó en 1,2 billones de euros, un 0,93% menos que en julio y un 0,99% menos que en agosto de 2020.