Luis Planas es el miembro más antipodemita del Gobierno de coalición que lidera Pedro Sánchez. Y es que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación ha vuelto a defender a los supermercados y los distribuidores, como ya hizo el pasado septiembre, al no apoyar el nuevo impuesto que pide Unidas Podemos argumentando que el sector tiene márgenes muy estrechos y el coste del tributo podría llevarles a entrar en pérdidas.

Sería un impuesto extraordinario sobre los beneficios con un tipo del 33%, tomando como ejemplo el que se está tramitando en Portugal, pero que no gusta a los ministerios de Agricultura, Industria y Economía, según informa El Economista. Un nuevo tributo que reclama el ala podemita del Gobierno y que se incluye en las propuestas de medidas que el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el cual lidera Ione Belarra, ha enviado a sus colegas sociales de cara a la prórroga del decreto anticrisis. Entre dichas propuestas también hay: un cheque de entre 250 y 500 euros en función de la renta, que recibirían más de ocho millones de hogares en un pago único; una subvención a las comunidades autónomas para reducir el coste de los comedores escolares de colegios públicos a menores de 16 años que estén en riesgo de pobreza o exclusión social; congelar las hipotecas de tipo variable y que los contratos de alquiler se prorroguen durante un año adicional.

El precio de los alimentos continúa disparado y ya alcanza un incremento del 15,3% interanual en noviembre, pero no ha habido cambios en el reparto de cuota de mercado entre las cadenas: Mercadona (25,3%), Carrefour (9,7%), Lidl (5,9%) y DIA (4,8%) siguen siendo las principales

Por su parte, fuentes del sector consultadas por Vozpópuli han subrayado que “no hay beneficios extraordinarios”, una afirmación que también hicieron desde la banca y las energéticas ante los nuevos impuestos que les quería imponer el Gobierno y que no ha evitado que continúe su tramitación parlamentaria y se vayan a aplicar próximamente (de hecho, en el Senado, la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha rechazado los vetos y enmiendas a los nuevos impuestos a banca, energéticas y grandes fortunas este martes, que podrían ser aprobados definitivamente por la Cámara Alta para que entren en vigor el 1 de enero). Esas mismas fuentes también han señalado que “en España, gracias a la gran competencia que existe, los márgenes los puedes ampliar solo cuando el producto está más barato, porque cuando está caro, si no lo pones a buen precio no puedes ser competitivo” y que “la distribución está conteniendo los precios todo lo que ha podido pese a la presión de la cadena, porque nadie quiere perder clientes”. Además, tienen muy claro que la propuesta del nuevo impuesto “no sale de nuestros interlocutores directos y habituales, que son Agricultura o Industria”.

Conviene recordar que desde Podemos, uno de sus portavoces, Pablo Fernández, criticó de forma directa a Mercadona. Y todo ello basándose en un informe de la OCU publicado hace unos meses que apuntaba a La Plaza de DIA y Mercadona como las cadenas de supermercados que más han subido sus precios (por encima del 15%), seguidos de Super Consum, Hipercor y Eroski (cerca del 15%); y Lupa, Gadis, Carrefour, Carrefour Market, El Corte Inglés, Froiz, Alcampo, Mas y Mas, Alcampo Supermercado, Ahorramás, Familia y Caprabo (menos del 15% y más del 10%). Pero conviene tener en cuenta algunos aspectos: el precio de los alimentos y las bebidas no alcohólicas continúa disparado y ya alcanza un incremento del 15,3% interanual en noviembre, como se refleja dentro del último dato del IPC; y Mercadona lleva mucho tiempo siendo líder en cuota de mercado (con el 25,3%, según datos de Kantar Worldpanel), seguida a mucha distancia de Carrefour (9,7%), Lidl (5,9%) y DIA (4,8%), entre otras. Por tanto, si los precios de la cadena de distribución que preside Juan Roig fueran los más caros, no sería la campeona en cuota de mercado.