Twitch no quiere perder usuarios y este jueves ha quitado importancia al hackeo sufrido el miércoles y que dejó al descubierto datos sensibles de la compañía -incluido el código fuente- y de algunos streamers famosos de la plataforma como Ibai Llanos o ElRubius.

“En este momento, no tenemos indicios de que las credenciales de acceso hayan sido expuestas. Seguimos investigando”, ha señalado Twitch este jueves en un comunicado. “Además, los números completos de las tarjetas de crédito no son almacenados por Twitch, por lo que los números completos de las tarjetas de crédito no fueron expuestos”, ha explicado.

Resulta curioso, en cualquier caso, el pretexto que, al parecer, han utilizado para justificar el hackeo de la plataforma: denunciar los ataques de odio sufridos por los streamers de la plataforma. O sea, que como apoyo a los Ibai y compañía filtro lo que ganan con sus videos en Twitch. Brillante.

Lo que está claro es que la red es frágil y vulnerable, bien porque se caiga, bien porque la hackeen. Y estamos hablando de nativos digitales -Twitch pertecene a Amazon- que, se supone, conocen los riesgos y tienen más medios que nadie para evitar cualquier contratiempo.