La jornada del martes 28 de septiembre pasará a la historia como ejemplo de juego sucio financiero, a cargo del fondo australiano IFM, que ha lanzado su opa sobre algo más del 20% de la energética española de Naturgy.

De la mano de Estudio de Comunicación, la mayor empresa de comunicación española, siempre al servicio de la plutocracia, y a través de los medios especializados, los chicos de IFM amenazaron al pequeño accionista (les queda una semana para conseguir que acudan a la opa): mejor que agarren nuestro dinero y corran porque en cuanto entremos en el Consejo reduciremos el dividendo y, atención, excluiremos a Naturgy de la Bolsa y los minoritarios se quedarán sin liquidez. Como decíamos en mi barrio natal de Ventanielles, barrio bajo pero muy insigne, de la insigne ciudad de Oviedo: ¡Hay que ser canalla!

La trampa australiana: minoritario de Naturgy, si no acudes a mi opa, te quedarás sin dividendo e incluso te excluiré de bolsa. Como si despendiera de ellos

De inmediato el Consejo de Naturgy, que es el que decide el dividendo, no IFM, envió a la CNMV un hecho relevante (que adjuntamos) en el que se recordaba a IFM que el que decide el dividendo es eso, el Consejo de Administración, y que hay un plan estratégico que no fija ni una reducción del dividendo ni de las inversiones, ni una exclusión de bolsa por ningún lado.

Y es que aquí no sólo está en juego una empresa estratégica española sino el mismísimo modelo industrial. Elementos a considerar:

Hubo unanimidad del Consejo frente al chantaje de IFM y, Criteria, el máximo accionista de la gasera ha pasado al enfrentamiento directo con los fondos en general y y con IFM en particular.

Hasta sus aliados, los otros dos fondos, CVC y GIP, tuvieron que recordarle a IFM que el dividendo lo decide el Consejo y, por tanto, el Hecho Relevante anti-IFM fue aprobado por unanimidad.

Ojo, no por ello se reduce la sospecha -certeza, en el caso de Criteria- de que el muñidor del operación no ha sido el australiano IFM sino el luxemburgués CVC, con el español Javier de Jaime al frente.

IFM está haciendo una opa a través de los medios especializados y con una gran inversión publicitaria. Y la CNVM, calladita

Al final, lo que se dirime es el futuro, el ser o no ser, de una empresa estratégica española, que está en claro riesgo de troceo por la rapiña de un especulador australiano y, atención, por los prejuicios de la talibán verde y neomarxista del Gobierno Sánchez, doña Teresa Ribera.

Que el Gobierno español aplauda una opa de un especulador que sólo puede rentabilizar su inversión desguazando una empresa estratégica española es algo que sólo puede ocurrir en España. ¿Se imaginan esto en Francia?

Luego, también está el cómo. IFM está haciendo una opa a través de los medios especializados y con una gran inversión publicitaria. A golpe de propaganda y amenazando al pequeño accionista. Y la CNVM, calladita, porque don Rodrigo Buenaventura, tiene miedo de espantar la inversión extranjera. ¡Hay que ser paleto! Como si toda la inversión extranjera fuera buena. La industria no digo que no, pero ¿aquella inversión que destruye la industria? Esa, mejor que no venga.