Este jueves, en la 54 Junta General de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) se ha insistido en que “la industria debe estar en primer plano de la prioridad política). En la rueda de prensa previa, Bernardo Velázquez, presidente de la patronal siderúrgica y CEO de Acerinox, ha vuelto a pedir un precio de la energía competitivo, como ya hizo hace un año cuando también solicitaba que fuera estable y predecible. Además, ha avisado que “no es bueno que las normas del juego estén cambiando continuamente, aludiendo a la necesidad de “un marco estable”, algo que reclaman muchas empresas que se han aliado contra el Gobierno en plena radicalización de Pedro Sánchez.

Velázquez ha recordado que ya han parado varias plantas en el primer trimestre por los altos precios energéticos y no descarta que haya más. Todo ello en un sector que tiene una “fuerte” cartera de pedidos y en el que no hay ningún signo de que pueda “aflojar” la demanda. Asimismo, ha insistido en que “es necesario contar con estabilidad regulatoria para facilitar la inversión, imprescindible en los próximos años, permitiendo a las empresas hacer previsiones y tomar decisiones informadas”.

Andrés Barceló refiere que un “precio estupendo” para la industria sería el de Francia (42 euros/MWh), el cual se debe a su parque nuclear. “Eso sería lo ideal, lo que no es ideal son los precios que están saliendo en el 'pool'”, incluso tras la puesta en marcha del tope ibérico

El director general de Unesid, Andrés Barceló, ha referido que un “precio estupendo” para la industria sería el de Francia (42 euros por megavatio hora -MWh-) y que se debe a su parque nuclear. “Eso sería lo ideal, lo que no es ideal son los precios que están saliendo en el pool”, incluso tras la puesta en marcha del tope ibérico. En la patronal siderúrgica esperan que el megavatio hora en España se estabilice entre los 130 y 160 euros: “No se trata de pagar más y esperar que luego se nos compense. Queremos pagar un precio que nos permita competir en el mercado global”, ha advertido. Y es que la rebaja del IVA de la luz del 10% al 5% que aprobará el Gobierno no afectará a las empresas de Unesid, como ha señalado Velázquez, porque el límite de potencia al que se aplica es hasta 10 kilovatios. No hay que olvidar que la industria siderúrgica es un sector altamente electrointensivo que no puede sostenerse cargando con costes energéticos de esta magnitud, que se han encarecido como consecuencia de la escalada de los precios del gas y de un inadecuado diseño del sistema de fijación de precios.

En 2021, el sector siderúrgico español arrancó con una demanda muy fuerte y los precios de sus productos les han permitido “aguantar”, pese a las paradas en varias fábricas por el alto precio de la luz. También logró recuperar la producción de acero, elevando la cifra en un 28%, a 14,2 millones de toneladas, gracias a la recuperación de los sectores consumidores, sobre todo de la construcción y de los bienes de equipo, mientras la automoción, afectada seriamente por la crisis de chips, redujo su demanda. Además, la industria siderúrgica española apostó por la economía circular: recicló en sus hornos casi un 22% más que en 2020, alcanzando los 11,1 millones de toneladas de chatarra convertidas en nuevos aceros, la cifra más alta del último lustro.