En la Junta de Unesid, la asociación empresarial de la siderurgia española, su presidente -que también es CEO de Acerinox-, Bernardo Velázquez, ha vuelto a denunciar que los altos costes de la energía castigan a la industria nacional. Y es que “en España seguimos pagando una energía más cara que la que disfrutan nuestros competidores europeos”, y ojo, porque lo hace en pleno repunte de la tarifa eléctrica.

Velázquez ha referido que la industria siderúrgica “necesita disponer de un precio de la energía, sea electricidad o gas, estable, competitivo y predecible y eso aún no está a nuestro alcance”. Y es que los altos costes de energía desincentivan la inversión, no favorecen a la industria electrointensiva y son un lastre para alcanzar un sistema más sostenible, que no sea tan dependiente del turismo.

La industria siderúrgica “necesita disponer de un precio de la energía, sea electricidad o gas, estable, competitivo y predecible y eso aún no está a nuestro alcance”

“Perdido el tren de que la industria alcance el 20% del PIB en 2020, estamos a la espera del ansiado y esperado Pacto de Estado por la Industria, que deberá alumbrarse con contenido, presupuesto y calendario de compromisos este mismo año”, ha afirmado Velázquez. Las empresas siderúrgicas también reclaman un trato similar al del sector energético donde los gobiernos han favorecido la introducción de nuevas tecnologías de producción. “La industria reclama un marco regulatorio que permita invertir, competir y prosperar”, porque “si el entorno no favorece la inversión, a nuestros productos les costará competir y la transición consistirá en que produzcan más los países más contaminantes”.

Velázquez ha recordado que la industria siderúrgica española es la campeona del reciclaje con 9,1 millones de toneladas de chatarra recicladas en 2020, que volvieron al circuito económico como nuevos productos siderúrgicos, destacando su compromiso con la sostenibilidad y la descarbonización, definiéndola como “verdadera economía circular”. Además, ha añadido que “la transición ecológica y digital no es gratis, habrá que pagar las inversiones en generación de electricidad renovable, en hidrógeno y en nuevas redes de distribución y carga de ambas fuentes”, pero ojo, porque “no habrá transición industrial ni descarbonización sin el acero”.