La empresa francesa de lujo fundada por Thierry Hermès sigue creciendo y demostrando que el lujo se mantiene imparable. Así, ha finalizado el ejercicio con un crecimiento en sus ventas del 29%, alcanzando los 11.602 millones de euros, y disparando su facturación un 68% frente a 2019, el último año antes del Covid. Crecen las ventas y el beneficio, que se situó en 2.991 millones de euros, con un alza del 26%.

Axel Dumas, presidente ejecutivo de Hermès, aseguró que ha sido un buen año gracias al "buen rendimiento de los mercados internacionales", por ejemplo el americano, donde la compañía experimentó un crecimiento a doble dígito, alcanzando una facturación por valor de 2.138 millones de euros, un 32% más que en 2021, lo que supone la generación del 18,4% de la cifra de negocio de la compañía. 

La compañía sintió el impacto de las políticas de cierre por el Covid en China, pero pese a ello, el rendimiento fue "sostenido": en Asia, creció un 27,4%, hasta 6.657 millones de euros, lo que supone el 57% de sus ventas anuales. Y en Europa la facturación fue de 2.600 millones de euros, un 21,5% más que en 2021.

Por líneas de negocio, la división de artículos de marroquinería aumentó un 16% sus ventas, hasta los 4.963 millones de euros. Y en la clara apuesta de la compañía por la artesanía y este tipo de artículos, Hermès ha cominicado que abrirá dos nuevos talleres en las localidades francesas de Normandía y Ardennes. Además de otros tres talleres que se abrirán en Francia en los próximos años, en Puy-de-Dôme, Charente y Gironde. Por su lado, la división de prendas de ropa creció un 36%, hasta los 3.152 millones de euros. Ambas divisiones juntas suponen el 70% de la cifra total del negocio en 2022.

Hasta 1993 la empresa no salió a cotizar en bolsa, desde entonces, su revalorización ha sido imparable, a pesar de la entrada de inversores. La mayoría del capital, así como el control ejecutivo, sigue perteneciendo a la familia Hermès, lo que permite que su expansión continúa sin perder su esencia, en 2022, la compañía abrió nuevas tiendas en Shanghái, Pangyo (Corea del Sur) y Nueva York y reabrió y renovó sus establecimientos en Barcelona, Estrasburgo, Guadalajara, Nagoya y Seúl. Hèrmes es de las pocas casas de lujo que siguen siendo independientes y por ahora no han sido absorbida por grandes compañías de moda como el grupo Kering o el grupo LVMH. 

Hermès recibe estos buenos resultados tras una gran e importante victoria en los juzgados. El fabricante de artículos de piel y guarnicionería denunció a Mason Rothschild, autor del proyecto de NFTs de MetaBirkins. El proyecto de MetaBirkins dejaba claro que "no estamos afiliados, asociados, autorizados, avalados por Hermès ni conectados oficialmente de ninguna manera con Hermès, ni con ninguna de sus subsidiarias o afiliadas", según Rothschild, sus creaciones estaban inspiradas en los productos de Hermès, pero como muchas otras pinturas o creaciones. Pero Hèrmes, y el juez de Nueva York, lo veían simples falsificiaciones de su icónico bolso, con la intención de sacar un beneficio económico y no con un fin creativo, como aseguraba la empresa de NFTs. 

Razón no le faltaba a Hèrmes, el autor del proyecto puso precio a a la supuesta creatividad, por encima de los 450 dólares, y sacó más de 125.000 dólares con sus NFTs, con unas ventas por valor de 1,1 millón de dólares. El resultado del fallo es una indemnización de 133.000 dólares a Hèrmes, y no es baladí, siendo esta la primera sentencia en la que un juez se pronuncia sobre los NFT y los derechos de autor. Es decir, si se quiere comercializar una obra con la tecnológica, se debe respetar la autoría de la marca y se debe hacer con la misma protección que si se ofreciera un producto físico.

Para Hèrmes supone una gran victoria, en juego estaba la inviolabilidad de su modelo más icónico y pieza insigne de la compañía, el bolso Birkin, bautizado en honor de la actriz y cantante franco-británica Jane Birkin. En 1981, Jean-Louis Dumas-Hermès, presidente de Hermès hasta 2006, coincidió en un vuelo con Jean Birkin, monsieur Dumas vio como Birkin no dejaba de protestar y pelearse con su pequeño bolso. La actriz le terminó confesando al empresario que no era capaz de encontrar un bolso que le gustara, pero que fuera lo suficientemente grande para una joven madre, por ejemplo, no le cabían los biberones de su hija Lou. Juntos diseñaron en aquel avión el boceto de los que sería el bolso, con bolsillos y compartimentos, más caro y codiciado del mundo. 

Los bolsos Birkin más económicos rondan los 6.000 dólares, pero su valor puede multiplicarse por cinco y alcanzar los seis dígitos. Ya no hablemos si se trata de una reventa. La disponibilidad de los modelos en los comercios varía a discreción del director de la tienda. Es decir, nunca se puede saber si hay modelos disponibles y qué modelo encontrarás. La lista de espera de este bolso es de dos años y el representante de cada sucursal debe considerar que la persona es una légitima interesada y no va a adquirir el bolso para revenderlo con fines de lucro. Por ejemplo, el Diamond Himalaya Birkin llegó a venderse por 380.000 dólares.