Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!), presidente y máximo accionista de ACS y mandamás, que no accionista (porque no tiene acciones, que si no...) del Real Madrid, ya ha recibido una oferta, que es lo único que necesita Pérez para dar rienda suelta a sus ambiciones: la oferta para entrar en el capital de Telefónica.

Pérez suele decir que él nunca va adonde no le llaman, aunque esto no llega ni a mentira piadosa, dado que acudió a Iberdrola sin que nadie le llamara, pero luego iremos con eso.

A Marc Murtra ya se le está juzgando por el primer trimestre, sobre todo por Hispanoamérica. Encima, el 'zapatismo', Javier de Paz, Emilio Gayo y Trinidad Jiménez, que han subido con él, ya buscan culpables: por ejemplo, él

El caso es que Pérez no tiene sucesor familiar en su imperio y se prepara, como tantos otros en España, para que la nueva generación de los Pérez mande pero no gestione, tal y como parece ser la nueva moda, que no modelo, de las fortunas empresariales españolas, cuyos creadores ya están próximos a la jubilación... voluntaria o forzosa.

El caso es que, a sus 78 años, Telefónica podría convertirse en la última aventura de Florentino Pérez, que es de los convencidos de que jubilarse es de cobardes.

No olvidemos su relación con los dos vicepresidentes de la operadora: Isidro Fainé, que en representación del 10% de Criteria en ACS es también vicepresidente de la constructora, y Carlos Ocaña, representante del Gobierno en la teleco y, por cierto, hombre que ha creado no pocas tiranteces con el equipo tradicional y con el equipo de Marc Murtra, que para eso ejerce de controlador y de informante dl a SEPI... y de Florentino Pérez. Pero de humedades hablaremos luego.

Decíamos que el amigo Pérez tiene ahora la oportunidad de entrar en el capital de Telefónica: no olvidemos que el chico del Real Madrid no está del todo mal visto en Presidencia. No se mete en política porque ama a los políticos de todo signo, que todos pueden aportarle una contrata.

Además, todos sabemos que Pérez no tiene ideología pero sí ideas, alguna incluso buena. Pot último, es socio de Criteria tiene allí a su hombre, Carlos Ocaña: ¿se puede pedir más?

Y en este ejercicio anti-amnesia, tampoco olvidemos el BBVA está dispuesto a vender su participación del 5% en la teleco, porque Carlos Torres está hasta el mismísimo gorro del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y de la actitud del Gobierno en su OPA contra el Sabadell. Torres sí tiene ideología y ha asumido con entusiasmo las ideas progres del Sanchismo... como si para Sánchez el progresismo fuera algo más que un emblema de su propia figura... el bueno de Torres es un infeliz.

Lo que el propio Pérez considera el único fracaso de su carrera fue el asalto fallido a la Iberdrola de Sánchez Galán. Ahora puede resarcirse en Telefónica. Y no cae mal en Moncloa, porque no tiene ideología, sólo ideas... y alguna buena

En todo caso, el BBVA mantiene un 5% de Telefónica y ya no forma parte del núcleo duro de la operadora, que, como algún cachondo dijo, es un núcleo duro formado por dos partes, los musulmanes de STC y los cristianos de Criteria y con una parte que manda: La Moncloa.

Carlos Ocaña, clave en la nueva Telefónica, el verdadero opositor actual al presidente Marc Murtra, es hombre de Pedro Sánchez... y del presidente del Real Madrid. E insisto: se ha convertido en la espina del presidente y del CEO que tras los malos resultados del primer trimestre tienen mucho que explicar.

Además, a Murtra no le han dado mucho tiempo de cortesía para que empiecen a llover las críticas sobre él. Sólo lleva cuatro meses en el cargo pero A Marc Murtra ya se le está juzgando por el primer trimestre, sobre todo por Hispanoamérica.

Encima, el 'zapatismo', Javier de Paz, Emilio Gayo y Trinidad Jiménez, que han subido con él, ya busca culpables... y para eso le tienen a él.

Volvamos a Florentino, que estudia su posible entrada en el capital de telefónica: lo que seguramente se convertirá en el último hito de su carrera. Lo que el propio Pérez considera el único fracaso de su trayectoria fue el asalto fallido a la Iberdrola de Ignacio Sánchez Galán. Esa espina aún la tiene clavada. Ahora podría resarcirse en Telefónica. Desde luego, contaría con el apoyo de Criteria y su hombre en la operadora sería Carlos Ocaña, que también cuenta con la confianza de la SEPI y con un BBVA dispuesto a venderle su participación del 5%: ¡¿Qué más se puede pedir? Y hasta le vendería bien a Murtra para reducir al poder del Zapaterismo en la compañía.

¿Y la entrada de Florentino en el accionariado y en el Consejo, que ese es el objetivo final, mejoraría la situación de Telefónica? Oiga, aquí no estamos hablando de gestión, sino de poder: ¡Oh capitán, mi capitán!